Agencias / De Peso
BARCELONA, España.- El Camp Nou cumplirá con su parte del trato: vestirse con sus mejores galas, entonar las más sentidas alabanzas y procurar el ambiente propicio para frotar las lámparas de sus poderosos genios, aquellos que no emergieron cuando sus protegidos intentaron asaltar tierras parisinas.
Con un pesado 4-0 en contra por remontar para mantener vivas sus aspiraciones de gloria en la Champions League, FC Barcelona le hace los honores al Paris-Saint Germain, en la batalla de vuelta de los octavos de final.
Recordar es volver a vivir…y sufrir para los catalanes. La noche trágica que vivieron en la capital francesa es un fantasma que aún les persigue. PSG tuvo una actuación memorable, los astros se alinearon a sus deseos, y les pasó por encima sin piedad alguna. La cortesía usual del anfitrión no existió.
La esperanza de los culés de cobrar venganza es factible siempre y cuando cuente con el apoyo de la magia de sus futbolistas clave, mismos que fueron anulados en el Parque de los Príncipes. Y es que si bien su funcionamiento colectivo está lejos de aquel que maravilló al mundo, el talento de Andrés Iniesta, Neymar, Luis Suárez y, sobre todo, Lionel Messi es capaz de decantar cualquier balanza a su favor.
Entonces, la pregunta es qué contexto debe ofrecer el planteamiento del FC Barcelona para permitirle a sus genios trabajar con ciertas garantías. De entrada, la consigna es elevar su solidez defensiva: un gol del Paris-Saint Germain, por la cuestión del gol de visitante, elevaría mucho el costo de la remontada.
Luego entonces, Luis Enrique tendrá que encontrarle un buen compañero a Sergio Busquets para agilizar la recuperación de la pelota, sobre todo en transiciones rivales, en donde se ve superado constantemente por desventaja numérica y su naturaleza poco veloz.
Ya con la tenencia de la bola, se podría pensar que la capacidad asociativa de Iniesta en combinación con el desequilibrio de Messi, Suárez y Neymar, son las llaves maestras para abrir cualquier cerrojo.
Para este fin, Barcelona ha introducido un cambio en su sistema de juego tras la caída ante PSG. Línea de tres defensas, cuatro mediocampistas, y sus tres fieras atacando. Esto les permite tener más gente por detrás de la línea de la pelota para poder recuperarla mejor; incluso la oportunidad de sumar un defensa, o un medio más, a conveniencia, de acuerdo con el contexto del partido.
