Agencias
MONTERREY, Nuevo León.- Tras el brutal enfrentamiento entre al menos 30 personas en calles de esta ciudad, entre fans de Tigres y seguidores de Rayados, la Poli ya reconoció a tres de los agresores, uno de los cuales jugó al Futbol Profesional en Tercera División y se llama Alan Aarón García, de 25 años.
García es uno de los agresores de Rodolfo Palomo, cuyo estado de salud es grave pero estable. Según autoridades, también cuentan con datos sobre el vehículo que intentó arrollar a varias personas.
Testigo del horror
Por su parte, un repartidor de medicamentos de una farmacia en Avenida Aztlán de repente se encontró con el horror del ataque de los aficionados de Rayados sobre Rodolfo Palomo, ante solo la mirada de policías y el morbo de los encargados de seguridad de la tienda de autoservicio a un lado.
Artemio Ledezma vio todo. Desde la embestida del auto contra los varios hinchas felinos, así como la persecución que terminó con la brutal golpiza.
Como cualquier día de trabajo, Artemio llegó a la gasolinera para llenar de combustible su motocicleta, sin imaginar que tendría que ayudar a un desconocido en busca de salvarle la vida.
“Estuve presente, estaba en la gasolinera (a dos cuadras de la agresión). De repente comenzaron a agarrarse a pedradas y a correr, luego un carro gris de aquel lado se vino en contra, fue que se subió y atropelló al muchacho (Palomo Gámez)”, relató.
“Entonces el muchacho ya no pudo hacer nada y aquí quedó, lo agarraron entre todos, eran como 20. No sé si haya sido el líder este muchacho el flaco (Alan Aarón García). Las pedradas era entre todos al principio, pero ya vieron solo a este muchacho y lo agarraron”.
Una mujer se puso los pantalones
Ledezma fue el segundo en llegar al auxilio de Palomo Gámez, quien se encontraba desnudo y tirado boca abajo en el asfalto. La primera en acercarse fue una mujer, quien solicitaba a gritos que ayudaran al joven de 21 años.
“Me da tristeza porque no pudimos hacer nada nosotros, solo éramos tres los que apoyamos al pobre muchacho, pedimos una camilla; el muchacho se veía muy malo, se estaba convulsionando con su misma sangre, lo que hicimos fue apoyar”, relató.
En esos momentos notó que en el estacionamiento del supermercado había una patrulla de Fuerza Civil, pero nunca se acercaron, ni siquiera cuando los agresores ya habían huido.
«Gracias a Dios pasó enfrente de la Clínica 35 y esperemos que se recupere el muchacho”, platicó Ledezma.
(Info: mediotiempo y excelsior/Ccaptura de pantalla: mediotiempo)