Arriba de estas líneas, Escribano, y abajo, Zapata. Ambos brindaron una gran faena.
Rollo: El Oriental/De Peso
MÉRIDA, Yuc.- Las expectativas se cumplieron: hubo toros de verdad en la Mérida, con presencia, edad y trapío. El número 348, bautizado Barbaján, hizo honor a su nombre.
Entre los muchos detalles que vale la pena señalar, sobre todo habría que destacar que fue una tarde de sonoras ovaciones e imponentes silencios en momentos en que se olía el peligro al que estuvieron expuestos los tres alternantes.
También hay que destacar la buena actuación de las cuadrillas que se esmeraron por cumplir la importante tarea que les toca en el ruedo con oportunos toques y una brega que hacía tiempo no observábamos en la Mérida.
En resumen: El Zapata y Escribano llenaron las expectativas. Los toros hicieron sentir su presencia en la arena y no fueron precisamente dulces. Barbaján no defraudó a los que esperaban verlo en el ruedo.
La nota enterita, en el De Peso impreso.