La mañana de ayer, en la localidad de Tumbiscatío, Michoacán, se registró la fuerte movilización de autoridades locales, estatales y federales tras varios reportes por la presencia de sujetos armados involucrados en un enfrentamiento.
Las unidades de la Guardia Civil se movilizaron rápidamente hacia la cabecera municipal, donde se sospechaba que se estaba llevando a cabo una balacera entre hombres armados. Lo que encontraron al llegar al lugar no hizo más que reflejar la cruda realidad de la violencia que asola el estado de Michoacán.
Medios locales reportaron que, en su camino hacia el sitio del tiroteo, los agentes de seguridad se toparon con un vehículo blindado, conocido como ‘monstruo’, que había sido consumido por las llamas a la altura del Centro Comunitario de Aprendizaje (CCA). Dentro del vehículo calcinado, se halló un cadáver carbonizado, mientras que otro cuerpo yacía sin vida a pocos metros sobre el pavimento.
De acuerdo con informes preliminares, la unidad blindada artesanalmente habría detonado un artefacto explosivo, lo que desencadenó el feroz incendio que acabó con la vida de uno de los ocupantes. El otro individuo logró escapar del inferno provocado por la explosión, pero su vida se vio truncada en cuestión de segundos, ya que fue objeto de un ataque a tiros.
Hasta el momento de esta publicación, se desconoce la identidad de ambas víctimas y la de los posibles responsables de este sangriento episodio. Sin embargo, la hipótesis principal apunta a un enfrentamiento entre grupos pertenecientes a la delincuencia organizada que luchan por el control territorial en la región.
Con información de Infobae.
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