Un autobús le destrozó la nariz a un Mazda, ya que su conductor asomó de más el hocico de la nave, en el cruzamiento de las calles 52 y 73-A. Hubo heridos, pero ninguno de gravedad.
Redacción/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- Pedazos y más pedazos de vehículos quedaron regados en la esquina de las calles 52 y 73-A del mero Centro de Mérida, en donde se dieron un agarrón de miedo un pesado autobús y un vehículo Mazda 2, que no sólo dejó saldo de daños materiales, sino que además varios lesionados, pero sin gravedad.
El ranazo ocurrió ayer por la tarde, cuando Iván Alejandro Martín Uc iba manejando sobre la 73-A de poniente a oriente con su nave Mazda, de latas YXG638A, a quien llevaba de copiloto a su camarada Eduardo Ramírez.
Iván llegó a la 52 e hizo su alto, pero como había vehículos estacionados a la derecha no le permitían ver si se acercaban más naves, avanzó y sacó la nariz de su coche.
Santo espanto al ver que se aproximó a toda velocidad un autobús de la ruta 50 Serapio, con latas 800463Y, que era manejado por Oscar Moreno Cobá con dirección al Centro. El Iván echó reversa su Mazda para evitar la colisión, pero fue inútil.
Las unidades se dieron un agarrón de miedo en la esquina donde está la tienda “El Encuentro”, en donde quedaron los pedazos de ambas naves, sobre todo del Mazda que quedó con el frente hecho papilla.
Iván tuvo una leve lesión en la muñeca izquierda, pero la peor parte se la llevaron el señor Jesús David Chi, su doñita Miriam Reyes y su hijo de cinco años, además una joven de nombre Leticia con su bebé recién nacido, todos ellos pasajeros del camión.
De inmediato fueron atendidos por paramédicos de la SSP, aunque se verificó que fueron golpes no tan graves. Se informó que al bebé se le daría una checada completa por si las moscas.
