Para que le dieran una lanita, María Couoh estaba haciendo su fintota de que «le dolía mucho», pero ni los paramédicos le creyeron después de revisarla.
Redacción/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- “Por más que le pité no me escuchó”, dijo una doña luego de darle un llegue a otra dama que iba bien entretenida disfrutando de su música y que por tener el volumen bastante alto ni cuenta se dio que se le venía encima la troca.
María Couoh, de unos 35 años, viajó a Mérida como lo hace todos los días para ir a chambear; salió muy temprano de Ticopó, comisaría de Acanceh, para llegar puntual a su trabajo en la colonia Chichen Itzá.
La mañana del miércoles, María caminaba sobre la 19, pero al llegar a la intersección con la 24, cruzó la arteria sin fijarse, pues al parecer la música que escuchaba estaba mejor que el camino. En ese momento, la señora que manejaba la camioneta Ranger placas YU1952A, igual sobre la 19, dobló en U para cambiar de dirección.
Fue entonces cuando se encontró con María, y aunque le pitó varias veces para alertar a la caminante de su presencia, ella nunca alzó la mirada y terminó dándole un ligero golpecito.
Al lugar llegaron los paramédicos quienes luego de revisar a María decidieron retirarse, ya que el golpe que había recibido no representaba ningún peligro; es más, ni siquiera se veía alguna lesión. Sin embargo la doña no dejaba de gritar que le dolía y que quería que la señora de la camioneta le diera una lana para ir al doctor. A ver si la próxima vez camina sin los audífonos.
