Redacción De Peso
MÉRIDA, Yuc.- Varios años aguantó la friega una vagoneta Tsuru ya viejita, a la que de plano le llegó su jubilación, cuando un arbolote del Panteón Florido le cayó encima y la mandó derechito al taller, o chance al chatarrero, pero lo más seguro es que ya se retire.
La lluvia de ayer estuvo cañona por esa parte de Mérida, la cual aparentemente aflojó la tierra de las raíces y ¡fuera abajo!, cayó la matota.
Por desgracia se fue del lado de la calle, así que derribó un trozo de la barda del cementerio y ¡sopas!, azotó sobre la parte delantera del Tsuru de don Víctor Manuel Celis, el cual quedó amolado del frente.
