(Actualización)
Manuel Raymundo A. R. (a) “El Cácaro” ya olía mal cuando quien fue descubierto por su amigo Marcelo L., a quien se le quitó hasta las ganas de tomar cuando vio sin vida a su cuate.
Redacción/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- Murió “El Cácaro” de la Vicente Solís. Su amigo Marcelo L. pasó a saludarlo y a brindar con él al mediodía de ayer, pero al acercarse a su cantona comenzó a sentir un feo olor, llamó a la puerta un par de veces, pero nadie respondió así que acechó por la ventana solo para descubrir a su cuate tirado entre algunos muebles con una hilera de sangre entre sus piernas.
Manuel Raymundo A. R., mejor conocido como “El Cácaro”, vivía en una casa de la calle 79 entre 32 y 34 de la colonia Vicente Solís. Según vecinos, era un don bastante tranquilo, que acostumbraba echarse sus “chelas” y sentarse en la puerta de su casa a tomar el fresco.
Los vecinos comentaron que la última vez que lo vieron fue el martes por la tarde, precisamente mientras se “refrescaba”, sentado en la banqueta de la puerta de su propiedad. También era común observar que empinara el codo durante varios días, aunque eso nunca ocasionó que tuviera problemas con nadie.
Pero ayer su cuate Marcelo pasó a saludarlo durante las primeras horas de la tarde; su plan era ponerse al día con las novedades y brindar con unas frías por poder compartir unos momentos, pero al llegar a la casa nadie le abrió, extrañado golpeó la puerta en un par de ocasiones y no tuvo éxito, así que decidió acechar por la ventana.
Fue entonces cuando se llevó tremendo susto al ver tirado en el piso entre unos cobertores, un sofá y la hamaca al “Cácaro”, pudo percatarse que tenía sangre entre sus piernas.
Asustado acudió a los vecinos quienes de inmediato llamaron al 911 para pedir ayuda, mientras llegaban los uniformados se quedaron esperando en la calle en donde la peste era insoportable.
Al lugar llegaron elementos de la Secretaría de Seguridad Pública sólo para constatar que don Manuelito había viajado al valle de los fríos varias horas atrás.
