Agencias / De Peso
VERACRUZ.- Una pieza arqueológica que usaba para decoración, comenzó a asustar a un sujeto, el cual presuntamente la hurtó. Por lo que dicen se convirtió en la ‘vístima’ de una maldición.
De acuerdo con el portal de noticias El Sol de Tampico, este hecho ocurrió cuando los albañiles realizaban excavaciones para la cimentación del comedor del Sistema DIF municipal en Pueblo Viejo, Veracruz, el cual se erigió a un lado del edificio que alberga las oficinas de esta dependencia, justo en la parte trasera del palacio municipal.
Según narró el cronista Martín Pérez San Martín, esto ocurrió hace 15 años cuando los trabajadores que realizaban estas labores de construcción encontraron diversas piezas arqueológicas de la Cultura Huasteca y las entregaron al cronista de la ciudad, tal como él se los había pedido.
Pero uno de los obreros decidió ocultar una pieza en específico y llevarla a su casa, sin imaginar los problemas que esto le acarrearía, ya que a los pocos días comenzó a escupir sin ninguna explicación, además de que le cambió el carácter, por lo que su mujer notó este comportamiento y le dijo que desde que había llevado esa pieza a su casa eso le estaba sucediendo.
El obrero, de quien el cronista prefirió omitir su nombre, decidió entregar la pieza al cronista de la ciudad, al que le pidió perdón por su comportamiento y por los problemas que el tener la figura de barro en su casa le había provocado.
El profesor Pérez San Martín refirió que no existe explicación lógica respecto al hecho, solamente recurrir a la creencia popular de que la pieza se encuentra hechizada.
