Redacción / De Peso
PANDORA/ CANCÚN.- Dicen que las malas vibras te pueden acompañar hasta tu casa, este es el caso que nos cuenta Karline, quien vivía en Urbi Villas del Rey en la ciudad de Cancún.
Todo indicaba que sería un día normal, pero todo cambió por la tarde, cuando decidió salir con su amiga Grecia y pasear a sus perros en el parque ubicado en la avenida del Rey, Karline se sentó en una banca para ver a sus mascotas correr por la cancha, mientras que su amiga se quedó en la esquina del parque.
De pronto ambas vieron un carro negro parar frente al parque, y de bajarse de él a una señora con un bebé recién nacido y un señor que parecía su esposo, sin pesarlo inmediatamente la mujer se dirigió hacia Karline que se encontraba sentada en una banca.
La mujer le habló y me mostró a su bebé, fueron menos de cinco minutos y la mujer decidió irse, la amiga de Karline al ver una actitud muy sospechosa fue hacia dónde ella estaba y le preguntó – ¿Qué quería esa señora? a lo que ella respondió – Solo quería mostrarme a su bebé acaba de nacer hace tres días, aprovechó que su suegra está corriendo en el parque; enseguida Grecia le dijo – Qué extraño, éramos las únicas personas en el parque, no había nadie corriendo.
Sin tomarle importancia decidieron irse, es entonces cuando todo empezó, Grecia y Karline compartían la casa, en los siguientes días se comenzaron a escuchar ruidos raros, las cosas se movían de lugar, la televisión hacía sonidos a pesar de estar desconectada pero no le tomaron importancia pues todo debía tener una explicación lógica.
Una noche Grecia colocó una veladora en el comedor para tener luz durante la noche, para ir al baño y ahorrar energía, y se fue a dormir a su cuarto. Karline por su parte, se encontraba en el suyo, al cerrar la puerta un fuerte ruido la asustó y de inmediato las dos salieron a ver de qué se trataba, la veladora había explotado justamente a la mitad con un corte limpió, lo primero que pensaron era que el calor había roto el cristal, y volvieron a prender otra veladora pero esta tiraba una llama como si tuviera algún solvente por lo que decidieron apagarla.
La energía de la casa se comenzó a tornar pesada, el cuarto de Karline era el más afectado se volvió frió a pesar de estar en Cancún, en pleno verano, las cosas se movían de lugar, se escuchaban voces y sonidos como si los vecinos movieran muebles pesados en la madrugada.
Grecia cansada de los ruidos fue a reclamarle a los vecinos pero resulta que ellos no habían sido y ellos aseguraban que los ruidos provenían de su casa.
Esa noche Karline se fue a un partido de fútbol con sus amigos en la Supermanzana 100 y Grecia le pidió de favor que la dejara quedarse en su cuarto porque era el único que tenía aire acondicionado y televisión.
Grecia vio televisión un rato y prendió el aire pero sentía una extraña sensación que pronto le causó miedo, sentía que algo en el clóset la observaba pero decidió no prestarle atención, hasta que decidió dormirse y comenzó el terror, la tele a pesar de estar apagada comenzó a sonar, solo era estática, la mirada del más allá que la observaba se tornó más penetrante y de la nada los cajones del clóset comenzaron a moverse bruscamente se jalaban y se azotaban, ya no se trababa de algo que se pudiera explicar.
El miedo no la dejaba moverse, la puerta para salir estaba junto al clóset, llamó rápidamente a Karline para explicarle todo lo que estaba pasando, Karline le dijo que fuera a donde estaba ella, esa noche durmieron en casa de su hermana.
Al día siguiente Karline le pidió a un padre que fuera a bendecir la casa, al llegar el sacerdote dijo que presentía algo malvado y que la presencia se hacía más fuerte al llegar al cuarto de Karline.
El padre bendijo la casa y todos los ruidos, voces y demás desaparecieron, Karline quería saber qué había pasado y le preguntó a una bruja, esta le dijo que el niño que le habían presentado tenia un hechizo de muerte, pero la madre había realizado una cura para que el ente que lo acechaba, se llevará otra alma y no la de su bebé, ¿posiblemente alguna de las dos amigas?
