Nancy, joven trabajadora del gobierno y secuestradora de sicarios

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Era integrante de “Los Palillos”, una de las bandas de secuestradores más sanguinarias, misma que operaba entre México y Estados Unidos.

Agencias / De Peso

BAJA CALIFORNIA.- Su nombre es Nancy Michelle Mendoza Moreno, estudiaba para ser abogada y trabajaba como asistente del secretario de Gobierno Municipal, Raúl Corona Sesma, en Tijuana, Baja California. Y al mismo tiempo se dedicaba a secuestrar personas, entre sus víctimas figuran algunos sicarios.

De acuerdo con el portal de noticias Vanguardia, la fémina pertenecía a la sanguinaria célula criminal conocida como ‘Los Palillos’. Una de las bandas mas temidas por la brutalidad con la que atacaban a sus víctimas.

El nombre de Nancy se dio a conocer tras su captura el 13 de agosto del 2010 en la colonia Buenavista, de Tijuana, para después ser extraditada a Estados Unidos.

De acuerdo con informes policiales, la mujer ingresó al mundo de la ‘malandrada’ cuando tenía 19 años. Su juventud y belleza fueron sus armas más letales y la seducción su mejor método para cometer las privaciones de libertad de sus víctimas. Pero no se conformaba con cualquier civil, sino que iba por peces gordos, por sicarios o sus más allegados.

[Foto: Redes Sociales]
El Blog del Narco detalla en uno de sus artículos que Nancy conoció a Jorge García Vázquez, cuñado del encargado de las finanzas de los Arellano Félix, Jesús El Chuy Labra, de manera casual en un gimnasio de San Diego. Quien ni imaginado tenía que se convertiría en estadística de la cruel secuestradora.

También se informó que otra de sus víctimas fue Eduardo Gonzàlez Tostado, dueño de dos lotes de autos de lujo en Buena Vista y restaurantes en Tijuana, el cual presuntamente convivía con los hermanos Arellano Félix. Tras el rescate del sujeto se logró dar con el paradero de la ‘femme fatal’ y con ello su reclusión en la ‘sombra’.

En julio de 2012 fue sentenciada en California a dos cadenas perpetuas, sin la posibilidad de obtener libertad, a pesar de que sus defensores alegaron que al haber cometido los crímenes a sus escasos 19 años de edad pudo haber actuado sin conocer las consecuencias de sus actos.

¿Será que la obligaban a cometer los delitos o le habrá agarrado gusto a la «profesión»? ¡Juzgue usted querido lector!

Con información de Vanguardia y El Blog del Narco. 

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