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TAMAULIPAS.- Fernanda, de 19 años y originaria de Tamaulipas, narró a una página nacional, los problemas que le trajo a su vida relacionarse con Joel, un expolicía y sicario del cártel de Los Zetas, ya que ahora esta “lejos de todo lo que amaba”.
La joven relató su relación con un exjudicial de San Fernando, Tamaulipas, quien al conocerlo ya trabajaba para Los Zetas, y a pesar de que actualmente ya murió, le dejó problemas que no sabe cómo solucionar y la hacen arrepentirse de la decisión que tomó.
“Me dejó broncas que ahora no sé qué hacer, yo sé que me las busqué, pero me arrepiento y espero poder irme lejos, zafarme y corregir mi vida”.
Fernanda reconoció que siempre fue una chica muy alegre y empezó a tener una vida muy acelerada, rechazando los consejos de sus padres por inmadura, y aseguró que la ambición por el dinero la llevó a enredarse con un policía.
La joven recordó que fue un amigo homosexual quien le presentó al sicario en 2013.
“Me dejé enredar confiando en mi amigo que no pasaría nada, que todo estaría tranquilo y que ese hombre que él me presentaría me daría todo lo que yo quisiera”.
Mencionó que su supuesta amistad le pidió que se arreglara pues mandarían por ellas al restaurante El Burgueño para llevarlas a una brecha llamada La 90.
La mujer contó que al conocer al exjudicial se gustaron y sus ganas de verlo otra vez aumentaron a pesar del ambiente en el que se reunieron.
“Nos gustamos, me dio dinero y mis ganas de volver a verlo aumentaron. Todo fue tranquilo, claro que me daba miedo, pero no me importaba, otras cosas pudieron más”.
Al paso del tiempo la mujer se fue involucrando con el trabajo que hacía el sicario, pues era demasiada información la que ella sabía; después de siete meses de relación, lo asesinaron, junto con cuatro hombres más, en un enfrentamiento con elementos del Ejército.
Fernanda mencionó que posterior a la muerte de Joel, un supuesto comandante comenzó a amenazarla vía telefónica sobre armas que el expolicía enterró.
“Tú tienes una información que yo necesito ¿ok?, solo necesito saber dónde carajos se encuentran enterradas todas esas armas y demás cosas”.
La joven decidió cambiar su teléfono y salió del pueblo.
“Jamás me voy a perdonar todo esto. Ahora estoy lejos de mi familia, de mis amigos… de todo lo que amaba por enredarme con un sicario de Los Zetas”.
Con información de La Neta Noticias.
