Enrique Castro/De Peso
CANCÚN, Q. Roo.- Con saldo de un camión recolector de basura volcado, un autobús de transporte turístico con el ‘hocico’ dado en su ‘malle’ y una troca con un laminazo en su costado y a punto de ser mandada al carril contrario, así terminó un aparatoso ‘mameyazo’ en el kilómetro 324 del tramo Puerto Morelos-Cancún, donde no se reportaron personas con ‘yayás’, ayer a las 6:25 de la mañana.
El aparatoso accidente se registró cerca de la entrada del parque de los reptiles Crococun, donde un camión Chevrolet recolector de basura de la empresa Oruga, placas 188-DH-5, al mando de Altamirano de la Cruz Cruz, de 42 años, estaba volcado sobre su costado derecho entre la vía de rodamiento y la maleza.
Aparentemente, el autobús de turismo Mercedes Benz económico 158, de la empresa Yellow Bus, matrícula 952-RV-2, era conducido por Antonio Cruz Rosas, de 42 años, quien impactó en su costado delantero derecho al recolector, el cual salió proyectado hacia la izquierda.
Luego del impacto, el operador del ‘bustodonte’ perdió el control y le dio un llegue a la camioneta Ford Expedition blanca, láminas MFS-39-33, piloteada por Claudio Juárez Sánchez, de 52 años, por lo que terminaron embarrados cerca del camellón central.
Otra versión señaló que el conductor del camión recolector, con el rótulo ‘Sanguinario’, manejaba como poseído cuando invadió el carril de circulación del bus turístico, lo cual ocasionó que lo golpeara en su trasero, perdiera el control de su dirección y se volteara.
De dicho ‘maderazo’ el autobús le dio un ‘utazo’ en su costado derecho a la Expedition, la cual quedó ensartada casi debajo del camión.
Afortunadamente, no se reportaron personas lesionadas, aunque en un principio se dijo que había un lesionado, el cual supuestamente fue trasladado al IMSS de la avenida Cobá, versión que no se confirmó.
Al lugar llegaron en ‘moloch’ Protección Civil, los ‘apagafuego’, así como elementos de la Policía Federal, quienes luego de recabar la información ordenaron el remolque de las naves involucrados hacia los patios ‘federicos’, donde se llevaría a cabo el deslinde de culpas para que el responsable pague los daños, por un buen billetón.
