Redacción/De Peso
CANCÚN, Q. Roo. En calidad de desconocido continúa el chavo que fue baleado en la supermanzana 227 la tarde-noche del pasado lunes; los ministeriales sospechan que el morro estaba metido en rollos con alguna célula criminal.
La víctima recibió por lo menos 11 balazos, de los cuales nueve hicieron blanco en el tórax, otro en el hombro y uno más en el brazo izquierdo, por lo que entregó el equipo de manera instantánea, pues cuando los ‘pega curitas’ de la Cruz Roja llegaron al sitio, nomás fue pa’ confirmar que el chavo ya había pasado a mejor vida.
Por su parte, los peritos de la Vice Fiscalía Zona Norte, localizaron ocho casquillos de ‘fusca’ corta calibre 9 milímetros, los cuales fueron asegurados para su investigación, después levantaron el cuerpo del morro, quien se dijo tenía entre 17 y 18 años, pero que ningún vecino dijo conocer, así que continúa en la congeladora del Servicio Médico Forense.
Cuando los ‘poliministeriales’ y peritos andaban chambeando, recibieron el reporte de que en la calle 28 entre 102 y 104, de la misma supermanzana 227, estaba una moto negra abandonada, la cual tenía una llanta ponchada, pero que coincidía con las características de ‘cuaco’ que usaron los asesinos.
Los vecinos de esa zona vieron bajar de la moto a un chavo de complexión delgada, el cual lo abandonó y se trepó a otra rojo con blanco, mismo que era conducido por un morrito y escaparon a toda velocidad.
