La falta de vigilancia por parte de la FGE en una vivienda asegurada en un cateo en el mes de mayo, ha permitido que los amantes de los ajeno la saquen a placer, sin temor a ser detenidos por romper los sellos.
Una denuncia de los vecinos alertó de un nauseabundo olor desde el interior de la vivienda y temían que se trataba de un cadáver en descomposición.
Un recorrido por el área permitió constatar que efectivamente a una cuadra se percibía olor a putrefacción. Sin embargo, esto se debía a que varios kilos de pescado habían sido dejados a la intemperie luego de extraerlo de un congelador industrial para apoderarse de este.
Los habitantes de la calle mencionaron que esta no es la primera vez que los ladrones hacen esto y se dan el lujo de hacer varios viajes al día para saquear todo lo de valor. “La casa ya está casi vacía”, aseguró un testigo quien mencionó que esto se reportó infinidad de veces al 911 pero las autoridades nunca acudieron.
La tarde del 26 de mayo de este año personal de la Fiscalía General del Estado (FGE) llevó a cabo un cateo en el domicilio ubicado en la calle Miguel Hidalgo, entre avenidas 20 y 25 de la colonia Centro.
Los vecinos denunciaron que la vivienda, ocupada por extranjeros, era un punto de venta de drogas. Tras las diligencias se aseguraron varias bolsas y maletas con diferentes tipos de enervantes.
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