Redacción / De Peso
CANCÚN.- Familias quintanarroenses la más afectadas económicamente en los últimos tres años de acuerdo con información de la INEGI.
Pasaron de percibir un promedio de 20 mil 255 pesos mensuales en el 2018, a 15 mil 460 para finales del 2020.
Así lo reveló la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
El reporte detalla que en casi todos los estados de la República, a excepción de Baja California, el ingreso familiar perdió terreno en el último trienio.
Pero mientras que en la mayoría de las entidades la contracción del salario sumado de todos los integrantes de una familia cayó entre 600 a mil 200 pesos al mes, en Quintana Roo la pérdida fue de cuatro mil 795 pesos.
También que los hogares en Quintana Roo siguen ganando más que las familias de Zacatecas, Morelos, Tabasco, Hidalgo, Puebla, Tlaxcala, Oaxaca, Veracruz, Guerrero y Chiapas. En ésta última entidad el ingreso mensual por vivienda es de 9 mil 469 pesos.
Todo a causa de la paralización turística
“Esto fue consecuencia directa de la paralización de la actividad turística con la pandemia del Covid-19; Quintana Roo fue el Estado más castigado del país, con casi 100 mil empleos perdidos durante los primeros cuatro meses de la contingencia sanitaria. Sin empleo, era más que obvio que el ingreso familiar iba a contraerse de manera significativa”, declaró Emir Santos González, economista y profesor de la Universidad Interamericana para el Desarrollo.
El experto cita que de no haber sucedido la pandemia, el estado caribeño se hubiera mantenido entre las ocho entidades con el mayor ingreso familiar promedio, en lugar de caer a la posición número 23.
Añade que si bien se han recuperado cerca de 60 mil empleos, según el corte de agosto de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social de Quintana Roo, esto no significa que la situación mejore para el ingreso familiar.
INEGI confirmó las cifras
“El propio INEGI en otros estudios reveló que la mayoría de esos empleos son muy mal pagados, porque las empresas aún no se han recuperado por completo, y por tanto no pueden ofrecer los sueldos de antes de la pandemia. Lo que está sucediendo es que cada vez más integrantes de las familias están saliendo a trabajar, aunque sea en el sector informal, para ayudar a la economía del hogar”, detalla.
Explica que en el 2018, por ejemplo, en la mayoría de las familias solo el jefe o la jefa de familia laboraba, por lo que el ingreso familiar era aportado por una sola familia. Pero con las condiciones actuales, la pareja y hasta los hijos e hijas mayores se han visto obligados a contribuir económicamente. Es decir, que aunque el ingreso de la familia esté recuperándose de manera paulatina, el sueldo individual de cada integrante se mantiene en picada.
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