Orville Peralta / De Peso
CANCÚN, Q. Roo.- La inseguridad se saltó todas las trancas y ayer a las 6:20 de la mañana se registró un hecho por demás aterrador en la supermanzana 200, donde un comando intentó ejecutar a un policía cuando se encontraba en compañía de su familia, pues al parecer llevaba a sus tres hijos a la escuela; los sicarios asesinaron a su esposa y a él lo dejaron malherido.
Armando Vázquez Aké, elemento activo de la Secretaría Municipal de Seguridad Pública y Tránsito (SMSPyT) comisionado como policía auxiliar en Puerto Morelos, fue emboscado por un grupo fuertemente armado sobre la avenida Puerto Juárez (Talleres) esquina con calle Hacienda de Chablé, cuando iba con toda su familia camino a la escuela; el cruel ataque a tiros cobró la vida de su esposa, mientras que él y dos de sus hijos resultaron lesionados.
El intento de ejecución ocurrió prácticamente en la entrada del fraccionamiento Haciendas del Caribe, donde el primer reporte indicó que pistoleros a bordo de un Nissan Tsuru blanco soltaron una lluvia de plomo que privó de la vida a la esposa del agente, la cual conducía un Chevrolet Aveo color plata.
Los desgarradores gritos de los pequeños llamaron la atención de vecinos de la zona, quienes de inmediato se acercaron a prestar ayuda y solicitar la presencia de los cuerpos de emergencias.
Una de las hijas del policía quedó tendida sobre la banqueta en un charco de sangre, al igual que otro de los menores; una tercera niña resultó ilesa, pero fue presa de un ataque de nervios al ser testigo de cómo sus padres eran baleados.
Vázquez Aké fue alcanzado por un balazo a la altura del hombro izquierdo, otro en la cabeza y varios en más en otras partes del cuerpo; datos preliminares indicaron que recibió al menos nueve disparos.
Los agresores tras rafaguear el vehículo del agente policíaco escaparon y cuadras adelante -en la supermanzana 103- abandonaron el Tsuru y, según testigos, abordaron un Dodge Stratus negro para darse finalmente a la fuga con dirección a la colonia irregular ‘La Jungla’, sin que ninguna autoridad pudiera hacer algo para detenerlos.
