Orville Peralta / De Peso
CANCÚN, Q. Roo.- Todo un alboroto armó un paisano ayer a las 9:00 de la mañana, cuando un taxista de la infección verde le dio su arrimón de camarón ahí sobre la avenida Uxmal, cerca de la supermazana 24, y ni siquiera le invitó su respectiva tacita de café.
Y es que el ‘paisita’ aplicó la de ‘¡para eso es, pero se pide!’, cuando sintió cómo el llegue fue por la mera ‘coliflor’ de su Nissan Sentra gris, engomado LTR-562-D, sin decirle agua va.
Al que le estaban sudando más de lo normal fue al ruletero, quien a bordo de su Nissan Tsubame número 2051, por no medir su distancia entre naves olvidó meter la pezuña en el freno y ¡mocos!, le dio con todo.
La neta del planeta es que ninguna de las partes tenía ganas de ver las jetas de los ‘trancholocos’ y mejor decidieron pedir el paro a sus respectivas aseguradoras, por lo que se quedaron en el lugar a esperar a los ajustadores, antes de que los ‘tamarindos’ les cayeran en la maroma.