Redacción / De Peso
CANCÚN, Q. Roo.- En el Centro de Readaptación Social (Cereso) de Cancún nacen, en promedio, tres niños por año, y actualmente permanecen con la mamá hasta los 18 meses, aunque la Ley Nacional de Ejecución de Penas establece como máximo la edad de tres años. Las mujeres exigen su derecho a ser madres pero están en juego las garantías individuales de los pequeños, como el llegar a una familia y vivir desde el primer día de su vida en libertad.
En el penal de Cancún, hay madres que son responsables de sus hijos y las que por alguna adicción o falta de amor olvidan los compromisos que tienen con sus pequeños, delegando los cuidados a sus compañeras de reclusión.
Actualmente, en el área femenil de la cárcel hay un par de reclusas embarazadas y dos que ya tienen a sus bebés con ellas, una está a punto de separarse de su hija, aunque acepta que es lo mejor para el desarrollo de la menor.
Las malas palabras, el consumo de cigarro, la violencia y la falta de higiene son cosas que las madres reclusas tratan de alejar de sus hijos nacidos tras las rejas, lograrlo depende la disposición de las autoridades carcelarias y de las compañeras de la celda.
La cárcel de Cancún no cuenta con una zona destinada para los niños, quienes se desarrollan en pequeños espacios, comparten celda hasta con nueve mujeres, duermen en la misma plancha que la madre.
Hasta el año 2007 prevalecía el desorden en los tiempos de estancia de un menor nacido en el penal, al grado de que alguna ocasión una reclusa tras siete años salió en libertad con un menor de cinco años que por primera vez conocería el mundo real.
Hoy en día, la orden de las autoridades carcelarias es que por seguridad los menores deben salir del penal y ser entregados a sus familiares.
En el transcurso de tres años, en la cárcel de Cancún han nacido siete menores, hijos de reclusas y de reclusos, o de reclusas con su pareja en libertad.
