Luis Hernández / De Peso
CANCÚN, Q. Roo.- Con el tiro gracia en la ‘chola’ enviaron al otro barrio a un ‘chacalawers’ ayer en la tarde, cuando sujetos le dieron alcance en la colonia El Jordán, ubicada muy cerca del antiguo basurero municipal.
A eso de las 4:45, vecinos del rumbo alertaron a las ‘chicas superpoderosas’ del 911, que atrás de la carnicería El Edén, entrando por la prolongación de la avenida Gastón Alegre López (Rancho Viejo), en la zona conurbada de los municipios de Benito Juárez e Isla Mujeres, se habían escuchado plomazos y sujetos en moto y en carro salieron disparados como cohetes.
‘Matutes’ de la Municipal fueron enviados a ver qué ‘pedros’ y al llegar ¡zas de Nicolás!, confirmaron que se trataba de un morro de unos 20 años ‘maomeno’, de complexión delgada, tez moreno claro, de aproximadamente 1.60 metros de estatura, cabello corto lacio negro, frente amplia, cejas pobladas, ojos grandes, nariz recta de base ancha, boca grande y labios gruesos estaba tirado sobre un charco de sangre en el interior de una obra en construcción abandonada.
Los ‘polichotas’ pidieron el apoyo de los ‘cruzrojitos’, quienes nada pudieron hacer por el chavo que vestía una camisa azul, bermuda deportiva negra, tenis negros y calcetines blancos, pues ya estaba en el costal de la huesuda caminando al más allá, debido a que los plomazos lo enfriaron de manera instantánea.
Cuando los peritos de la Vice Fiscalía de la Zona Norte se dignaron en aparecer le metieron mano al cadáver y así se enteraron que tenía tres balazos: uno en el lado derecho de la cabeza, otro en el mentón y el último en la clavícula izquierda; el cadáver fue levantado para ser llevado al Semefo, donde le harán la necropsia de ley.
Más tarde trascendió que al chavo no se le encontró ninguna pertenencia, y como señas particulares tenía cuatro tatuajes en el cuerpo: uno en el lado derecho del pecho con el nombre Kiko, en el izquierdo una ramita, en el brazo izquierdo grabada la palabra Yerit y en el derecho Olga. Además, cerca del cuerpo se encontró solo un casquillo percutido calibre .38 auto.
Los vecinos chismearon dos versiones: la primera que el cuate fue bajado de una troca, otros los contradijeron al afirmar que la víctima era correteada por gente en un carro y una moto.
