Luis Hernández / De Peso
CANCÚN Q. Roo .- ‘Que dice mi mamá que siempre no me pasaron violín’, dijo una morra bien ‘pedernal’ y viajadora con ‘porquerillas’ que llegó a la Cruz Roja diciendo que la habían secuestrado y ultrajado, pero al ver a los ‘tiras’ cambió su versión.
Una ‘chamacona’ como de 25 años llegó peor que María Magdalena, en un mar de lágrimas, porque según unos maloras la habían privado de su libertad y llevado a una casona, donde le habían pasado báscula y hasta cita con el negro con gorrito del ‘guasap’ había tenido.
En ‘tinga’ loca los ‘curitos’ de la benemérita institución le empezaron a dar atención y la llevaron al área de urgencias, donde la limpiaron y verificaron algunos golpes que tenía; pero como se sigue el protocolo, les echaron el pitazo a los ‘cuicos’, quienes llegaron a ver qué ‘hongos alucinógenos’.
Al entrevistarse con la morra, esta les dijo que siempre no había pasado ‘nanay’ y que los ‘cruzrojitos’ eran rete chismosos pues ella nunca había dicho tales cosas, casi casi que les creciera la nariz a los paramédicos y no a ella.
Luego del arribo de la ‘poliministerial’, la morra se puso flamenca y chillaba que no era necesario tanto argüende, y como le estaban tratando de sacar la sopa de lo que le había pasado se puso a querer repartir ‘madrinas’ a todos los presentes, así que nomás le dieron unas palmaditas y ¡pa’ fuera!
