Redacción/ De Peso
CANCÚN.- Un surtido rico de dulces ´catorrazos´ recibió un joven ayer por la madrugada, luego que fue interceptado por una banda de ladrones que le dieron hasta por debajo de la lengua, en las oscuras calles del poblado Alfredo V. Bonfil.
A la 1:30 de la madrugada, un automóvil de la marca Honda, llegó a la sala de urgencias del Hospital General, custodiada por elementos de la policía municipal debido a que en el asiento trasero trasladaban a una persona gravemente herida.
El herido de aproximadamente 25 años de edad, fue bajado por los samaritanos que lo auxiliaron y posteriormente ingresado al nosocomio para su debida atención.
De acuerdo con la versión que dio el lesionado a sus ‘compas’, regresaba a su domicilio después de deslizarse unas deliciosas chelas cuando fue interceptado por una jauría de ladrones quienes le propinaron más ‘trompadas’ que los besos que le dio su mamá al nacer.
Luego de dejarlo con un pie en la tumba, los delincuentes le robaron sus pertenencias y de no ser por unos buenos samaritanos que lo ayudaron ya estaría en la morgue.