Como si fuera ayer: Muchos nombres, ¿y el afortunado? (I)

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Celia V. Franco C./De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- Ahora sí llegó el momento en el que todos los que buscan un hueso se van a descarar, pues tanto el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPAC) como el Instituto Nacional Electoral (INE) han publicado las fechas en las que comenzarán las precampañas y campañas políticas. ¿Qué le parece si hoy nos enfocamos en aquellos priístas que quieren resultar los meros meros para competir contra los otros partidos para la gubernatura yucateca?

Hasta ahora han sido siete los personajes que han alzado la mano: Felipe Cervera, Liborio Vidal, Roberto Rodríguez Asaf, Víctor Caballero, Jorge Carlos Berlín Montero, otro Jorge Carlos -pero de apellidos diferentes- Ramírez Marín y, por supuesto, el más pequeño de todos, hijo de conocido político yuca, Pablo Gamboa Miner.

No entraremos en detalles de sus carreras, sólo medio esbozaremos un poco quiénes son, pues tampoco podemos dar por sentado que uno de ellos será el elegido por el Partido Revolucionario Institucional (PRI). Ya que recuerde ustedes… en política nada es lo que parece.

Dividiremos esta entrega en dos partes para no corretearla mucho y que usted la disfrute mejor. Hoy conversaremos un poco sobre los dos primeros y la próxima semana le metemos a los demás.

Felipe Cervera Hernández, hijo de don Víctor Cervera Pacheco (qepd) y la señora Amira Hernández Guerra, creció viendo el arte de la política. Su papá fue, sin duda, el Gobernador más reconocido de esta tierra (no importa la opinión que se tenga de él, nadie puede negar su trabajo).

Felipe fue secretario de estado y diputado local y federal pero lo que más lo ayuda (sobre todo fuera de Mérida) es su apellido, que en tiempos pasado era sinónimo de palabra cumplida. Sin embargo hay quienes dicen que tiene un carácter algo especial y eso podría ponerle piedras en el camino. Aunque nadie duda que haya tendido los puentes necesarios en la capirucha para tener moneda de cambio llegado el momento.

El “amigo Libo” es un gran conocido en el oriente del estado, empresario incansable, hombre de negocios, muy perseverante. Cuando se propone algo no para hasta obtenerlo o, en su defecto, salir beneficiado. Fue alcalde priísta de su natal Valladolid en 1991, también ha sido secretario de estado, dos veces diputado local y dos federal, una por el Verde Ecologista y ahora por el PRI.

Lo que es seguro es que si alguien le pide bajarse de la carrera tendrá que ofrecerle algo que le resulte más interesante. Es, sin duda, un hombre muy hábil, con muchos conectes y amigos. Que nadie crea que será fácil dejarlo atrás.

Lo más seguro es que todos lleven su carrera entera anhelando el puesto y de verdad están convencidos que con su liderazgo los yucatecos viviremos mejor; otros porque saben que ahora tienen cierto control de la situación y es momento de jugársela; los demás porque creen merecerlo de herencia. La próxima entrega se pondrá igual o más sabrosa ya que todavía hay tela de dónde cortar.

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