En la mayoría de las posesiones diabólicas, la persona se comporta de forma violenta al estar cerca de un objeto religioso.
Jorge Moreno/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- Es curioso que hay personas católicas que con frecuencia van a misa, hacen rosarios, horas santas, etc., pero en ocasiones ignoran que existe el mal en forma de demonio. A continuación les presento el caso de doña Olivia Can, oriunda de la ciudad de Mérida y que por muchos años formó parte de diversas congregaciones religiosas.
“Yo he visto posesiones demoniacas y exorcismos”, así directo al grano me dijo esta señora la semana pasada cuando vino a conocer el Museo Paranormal y pidió hablar conmigo unos minutos para contarme algunas de sus experiencias:
“Tengo 58 años de edad y desde niña he sido una devota y muy católica, pero fue hasta hace veinte años cuando me di cuenta que el demonio si existía y que podía poseer personas, le pasó a mi difunta tía, quien también era de ir mucho a la iglesia pero un día quedó como loca”.
Y agrega: “en ese entonces vivíamos en la colonia Santa Rosa, mi madrina llamó al padre pues veía que mi tía estaba muy mal pero no como si fuera alguna enfermedad médica o física, sino algo del maligno, así lo consideraron todos pues hablaba en lenguas extrañas, se aporreaba en el piso sin sentir dolor e incluso por momentos parecía levitar”.
“Ella jamás había padecido alguna enfermedad psicológica; cuando llegó el padre actuó como si ya supiera a lo que se enfrentaba, pidió que la agarraran entre varias personas y empezó a hacer unos rezos raros, como si diera órdenes, tiró agua bendita e hizo varias cosas, al cabo de una hora mi tía empezó a reaccionar y se empezó a sentir mejor”.
“Cuando el padre terminó habló con la mamá de mi tía y con su esposo y después se fue, se guardó mucho hermetismo con lo que sucedió; de hecho mi tía se quedó dormida y al parecer ya no recordó nada, pues al día siguiente se levantó y actuó como si nunca hubiera ocurrido algo extraño”.
“Ya después escuché que mis parientes decían que fue una posesión demoniaca lo que le ocurrió, de hecho yo me confundí mucho, pues tenía la falsa creencia de que sólo a las personas que no van a misa les podía ocurrir eso pero me di cuenta que no y me dio más miedo pues vi que nadie está protegido”.
“Con el paso de los años, al ver películas y leer sobre el tema me di cuenta de que todo lo que hizo el padre era parte del ritual romano del exorcismo; a mi tía ya nunca más le volvió a pasar, ella murió hace pocos años pero de muerte natural; lo que si me quedó muy claro con esa experiencia es que sí existen las posesiones diabólicas y con tristeza veo que hasta la fecha incluso muchos católicos no lo creen”, finalizó.
Quizás mucha gente no lo cree porque es común que se confunda una posesión diabólica con alguna enfermedad mental y en el peor de los casos hasta con sugestión. En ediciones anteriores ya hemos hablado del significado de un exorcismo, los motivos por los cuales una persona puede quedar poseída y los medios en los que una persona se puede curar.
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