Jorge Moreno/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- En días pasados recibí la visita de don Marcos Arriaga Sánchez, quien participó en la promoción del “dólar ritualizado” y me mostró uno de los amuletos que usa desde hace mucho, conocido como “Mano de Fátima”, el cual fue un obsequio de su madre desde hace más de veinte años, tiempo en el cual lo ha venido usando con fervor porque afirma que le ha dado resultado:
“Mi mamá me lo regaló en el año 1998, por desgracia un año después ella falleció y le tomé más valor a ese obsequio, el cual uso y llevo a todos lados desde ese entonces, aunque claro, también lo he mandado a ritualizar año tras año pues me informaron que se debe “limpiar” de malas vibras al menos cada doce meses para que siga funcionando”, explicó.
De hecho, don Marcos ese mismo día adquirió dos de esos amuletos para sus hijas ya que afirma que no había visto en Mérida un sitio donde los vendieran ritualizados y personalizados tal y como ocurre con los amuletos de la tienda del Museo Paranormal.
Cabe mencionar que año tras año en varios países se realizan varios “tops” o listados en donde se dan a conocer los mejores amuletos de protección para evitar cargar embrujos o malas vibras, y casi siempre aparece en los primeros lugares ese talismán del cual nunca hemos hablado en esta sección, nos referimos precisamente al “Jamsa” conocido popularmente como “Mano de Fátima”.
El nombre del amuleto se relaciona con Fátima, la hija predilecta de Mahoma, cuyo papel como mujer, madre y protectora, en el Islam, han llevado a compararla con la Virgen María del cristianismo. En torno a esta famosa mano, existen tres leyendas.
La primera menciona que los discípulos de Mahoma se quejaron con su maestro por la supresión de los símbolos religiosos y en respuesta a esto, Mahoma metió la punta de sus dedos en tinta y los imprimió sobre una hoja de papel, mostrándola a sus seguidores.
Luego de la guerra de El Bedr Hanin, los seguidores de Mahoma confiaron a su hija Fátima la pena de que su credo no tuviera ningún estandarte, por lo que ésta mojó su mano en la sangre de un herido y la estampó en su velo.
La tercera leyenda, popularizada por Ildefonso Falcones en su libro “La mano de Fátima”, cuenta que Fátima estaba preparando la cena para su esposo Alí y que él llegó con una concubina. Fátima, irritada regresó a la cocina y metió su mano desnuda en la pasta hirviendo que cocinaba. Su tristeza era tan grande que no sentía la quemazón. A esta leyenda se le atribuye que el amuleto también signifique paciencia, lealtad y suerte hacia quien lo porte.
Sin embargo en los años siguientes se empezaron a hacer dijes en plata, oro y diversos materiales para usarse dentro de los bultos, en las billeteras, en las entradas de las casas, en los comercios y en muchos otros sitios, ya que se decía que eran altamente efectivos para evitar cargar malas vibras, el mal de ojo, el mal aire, las envidias y que incluso daba suerte en cuanto a temas de dinero para su portador.
Pero tal y como ocurre con la mayoría de los amuletos, para que estos funcionen se deben ritualizar y personalizar, pues no basta con ir a cualquier tienda y adquirirlo pues de hacerlo así, sólo servirá como adorno.
Para que funcione correctamente, se dice que debes tener tres imágenes o dijes de la “Mano de Fatima”, uno en la sala de tu casa (uno grande que mida aproximadamente siete centímetros y es de color oro antiguo), otro en tu trabajo (en donde pones tus cosas personales y es de tamaño más pequeño) y otro debe andar siempre contigo, por ejemplo en la bolsa de tu pantalón, tu billetera, en un llavero, bulto, etc. (es el más pequeño, de unos tres centímetros más o menos de color plata u oro).
El que pongas en la sala, va a servir para ´proteger a tu familia, el que vaya en tu trabajo será para que tengas prosperidad económica y no cargues las envidias de tus compañeros y el que lleves en tu bolsa será para que el dinero no se te vaya como agua, para que no cargues malas vibras y para que atraigas la suerte en tus proyectos personales.
Sin embargo hay quienes no usan los tres amuletos y usan solo dos o bien uno, ya depende de cada quien.
En España, Portugal y en el medio oriente son muy populares por su efectividad y se usan en aros, pulseras, colgantes, aretes, pinturas etc. de distinto tipo y tamaños. En México empezaron a popularizarse hace menos de cinco años y en el caso de Yucatán aún no se han vuelto muy conocidos debido a que hasta donde se sabe no hay sitios en donde se vendan de forma ritualizada.
Si quieres probar estos amuletos, los puedes solicitar en el Museo Paranormal de Mérida, sólo tienes que mandar un mensaje de texto o de whatsapp al (999) 1851703 con la leyenda “lo lei en de peso fatima” y te los daremos a mitad de precio y con la personalización gratuita; puedes adquirir los tres que mencionamos o bien de forma individual el que más te llame la atención.
