Enigmas: el monte espantó a un “chilango”

InicioEspecialesEnigmas: el monte espantó a un “chilango”

Muchas personas se han perdido en el monte debido a que no tienen una protección o entran sin pedir permiso.

Jorge Moreno/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- En ocasiones anteriores ya les hemos hablado sobre los misterios y enigmas que ocurren en el monte, así como los peligros de ir desprotegido; en esta ocasión, les presento un caso que vivió un grupo de personas que se internó en los terrenos de un rancho de Tizimín sin la protección debida.

Este caso me lo platicó don Arturo “Chilango” Godínez Fernández, nacido en la ciudad de Toluca, Estado de México pero quien radica en Mérida desde hace más de 30 años:

“Cuando recién llegué a vivir a Mérida yo tenía 34 años de edad, vine a laborar en una empresa de Seguros y conforme hice amistad con mis compañeros de trabajo un día me invitaron a pasar el fin de semana en el rancho de uno de ellos que se ubica en Tizimín.

“Acudí junto con mi esposa y durante la convivencia (éramos aproximadamente seis familias) todo estuvo muy bien; sin embargo, por la noche nos dijo nuestro anfitrión que si no queríamos ir en la madrugada a cazar o a acampar en el monte, por lo que todos dijeron que sí.

“Vi que todos estaban emocionados, pues eran gente de ‘ciudad’ y nunca habían vivido una experiencia de campo. En lo personal, cuando yo vivía en Toluca con mucha frecuencia acampaba y me iba a escalar al Nevado, por lo que digamos que ya tenía experiencia en este tipo de cosas, aunque no voy a negar que estaba emocionado por estar en el monte de Tizimín, lo cual sin duda era algo nuevo para mí.

“Nos preparamos y a eso de las 11 de la noche nos internamos en el monte del rancho de nuestro amigo; poco antes de eso nos pidió que hiciéramos una pequeña oración para pedirle permiso a los dueños del monte, yo no sé si porque algunos de mis compañeros lo tomaron a relajo o incluso hasta se burlaron, pero el hecho es que cuando empezamos a internarnos allí, no habíamos avanzado ni un kilómetro cuando nos empezaron a aventar piedritas, al principio era poco, hasta pensamos que nos estaban haciendo una broma.

“Sin embargo, en menos de cinco minutos esto arreció como si literalmente fuera una lluvia de piedras, y en eso vino un viento muy fuerte; nuestro anfitrión nos dijo que de inmediato nos tiremos al piso y al cabo de unos minutos esto pasó y regresó la calma.

“Confieso que esto me dio un poco de miedo, e incluso mi esposa dice que ‘vio pasar su vida’ en ese instante, pues pensó que iban a morir. Hasta la fecha no le buscamos una explicación lógica a todo eso; de inmediato decidimos regresar al rancho y notamos que por espacio de dos minutos no funcionaba ninguna de las más de diez lámparas de mano que teníamos, fue hasta que avanzamos un poco en que todas, como por arte de magia, empezaron a funcionar.

«El tío de uno de mis compañeros dijo que lo que vivimos fue una advertencia de los ‘dueños del monte’, los cuales son espíritus protectores que cuidan esos sitios y que al ver que algunos de nosotros nos estábamos burlando, decidieron darnos una lección.

“De hecho, nos recomendó que cuando entremos al monte carguemos con el ‘árbol de la vida’, una especie de amuleto en forma de medalla que sirve para pedirle permiso a los cuidadores espirituales para entrar a sus terruños.

«Ya con el paso de los años pude platicar con otras personas que coincidieron y dijeron que fue una especie de profanación lo que hicimos al entrar a un monte sin permiso y además burlarnos, también dijeron que lo ideal es tener un amuleto tipo medalla o una protección; de hecho, mi hijo cuando era scout le compré una de estas medallas y la llevaba siempre en sus incursiones por el monte, es algo que hay que respetar”, finalizó.

Síguenos en

Síguenos en nuestro canal

- Publicidad -

LO MÁS LEÍDO

El ‘Héroe’ de la chocadera

El ‘Héroe’ de la chocadera

El pestañazo del conductor de una camioneta dejó como saldo tres vehículos dañados, incluyendo el del causante, en el fraccionamiento Los Héroes.