El terrorífico payaso Pogo, asesino serial con «alma en pena»

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Reportan avistamiento del “alma en pena” del payaso Pogo donde vivió su infancia.

Jorge Moreno/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- John Wayne Gacy, el payaso «Pogo”, conocido asesino serial, fue ejecutado en 1994 en EE.UU y a finales de octubre del 2017 se empezó a reportar el avistamiento de su “alma en pena”.

Esto ocurrió en su natal Chicago, Illinois, e incluso algunos medios locales le dieron cobertura al suceso, pues publicaron los testimonios de al menos cinco personas que vieron a esta persona deambulando en la casa en donde vivió de niño y de pronto se difuminó ante la vista de propios y extraños.

Muchos niños lo conocieron como el payaso «Pogo». Hizo muchos shows durante años en todo Estados Unidos, además fue un miembro respetado de la comunidad.

Nadie sospechaba que detrás de esta fachada de alegría se ocultaba uno de los más siniestros asesinos seriales.

Entre 1972 y 1978, John Wayne Gacy asesinó a 33 jóvenes y niños, por ello fue sentenciado a la pena de muerte.

Tras varios años de juicios, en 1994 se le ejecutó con inyección letal. Cuatro años después de su muerte se intentó volver a excavar en la propiedad de Gacy en búsqueda de nuevos restos, pues unos análisis con radar habían mostrado ciertas anomalías en el terreno.

De las 14 anomalías, sólo dos se habían excavado. Gacy declaró en vida haber asesinado alrededor de 45 jóvenes, sólo 28 fueron encontrados enterrados en las primeras pesquisas, los otros 5 fueron encontrados en el río, justo donde Gacy los había lanzado.

¿Qué podía haber ocurrido en su vida para encaminarlo en una senda bañada en sangre?

Gacy creció en una familia disfuncional, donde sufría violencia psicológica y física por parte de su padre. Además, un hombre cercano a la familia lo violó a la edad de 6 años.

Una vez adulto encontró trabajo estable y una esposa con la que formó una familia, pero desde entonces tuvo problemas con su matrimonio por sus tendencias sexuales.

Era obvio que no sentía satisfacción ni atracción por las mujeres y aun así tuvo dos hijos.

En 1967, agredió sexualmente al joven Donald Voorhees, de tan sólo 15 años de edad, por lo que Gacy fue enjuiciado por violación y sodomía.

La condena fue de 10 años, pero si la hubiera completado quizás todas sus víctimas se hubieran salvado.

Le otorgan la libertad

Su esposa se había divorciado de él cuando fue arrestado y en 1970, tras pasar 18 meses en prisión, se le otorgó libertad condicional.

En esos años volvió a involucrarse en la política, además comenzó a trabajar en una empresa de contratistas, la misma donde vería a sus víctimas.

El primero fue un chico de 15 años llamado Timothy McCoy. Gacy lo abordó en el camino, lo llevó a su casa y prometió llevarlo al autobús al día siguiente.

Cuando amaneció, Gacy se vio en la cama y al joven con un cuchillo en mano. Gacy lo atacó y finalmente lo asesinó con el mismo cuchillo.

Cuando recorrió la casa se percató que la mesa estaba servida con el desayuno para dos personas, el tocino estaba recién cortado. A pesar de que lo asesinó «por error» —siguiendo siempre el testimonio del propio Gacy—, en el momento de hacerlo lo disfrutó y se percató que matar era algo que lo emocionaba mucho.

Durante los años posteriores, los vecinos se quejarían de un extraño y fuerte olor proveniente de la casa de Gacy, pero éste les explicaba que se trataba de la humedad en el sótano.

En ese periodo disfrutaba haciendo shows como el payaso «Pogo», aunque nunca atrajo a sus víctimas con ese disfraz, como se pudiera creer.

El último asesinato fue el del joven Robert Piest, quién había ido a la casa de Gacy por un trabajo de contratista.

La madre del joven supo de los deseos de su hijo de trabajar y cuando desapareció Robert, dirigió a los policías a investigar a Gacy.

Este, hábilmente negó haberlo visto, pero los agentes sospecharon de él y con las investigaciones averiguaron sus antecedentes de pedófilo y pederasta.

Con una orden del juez, registraron la casa y descubrieron pruebas que incriminaban a Gacy, quien no se resistió al arresto y confesó el asesinato de los jóvenes.

Muchos padres de familia quedaron horrorizados, pues reconocieron al payaso que había hecho reír a sus hijos, y lo cerca del peligro que estuvieron.

Ahora se recuerda a Gacy como uno de los asesinos más extraños de la historia, debido a su trabajo como payaso aficionado.

Lo condenaron por matar a 33 hombres jóvenes, los llevaba a su casa en el área de Chicago para tener relaciones sexuales.

Se hacía pasar por oficial de policía o prometiendoles trabajos de construcción. Lo ejecutaron en 1994

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