Espectrín Gómez/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- Con una temperatura extrema de 38 a 40 grados Celsius y una sensación térmica de hasta 50 grados, alrededor de 50 mil trabajadores de unos 500 sindicatos, la mayoría afiliados a la CTM y la CROC, realizaron su caminata pasada por agua… de sudor, escucharon los tradicionales discursos de los líderes, culparon de la crisis económica al “capitalismo salvaje”, pactaron un catálogo de promesas que jamás serán cumplidas y, por supuesto, alabaron al gobernador Rolando Zapata Bello.
Poco antes de las 9 de la mañana, mientras los obreros, administrativos, burócratas y los clásicos acarreados soportaban la inclemencia del calor bárbaro, “raja piedras” –como le llaman popularmente-, los dirigentes de la CTM, Mario Tránsito Chan Chan, y de la CROC, Pedro Oxté Conrado, estaban muy cómodos, uno dentro de su lujosa camioneta con aire acondicionado; otro, bebiendo café en un conocido restaurante –por cierto, de pésimo servicio- del Remate del Paseo de Montejo. Y así otros dirigentes.
Los “chambeadores”, con sus mantas, pancartas y playeras con logos de sus centrales sindicales, sólo aguantaban vara y se refrescaban con refrescos, jugos y hielo, el cual se pasaban por sus caras y cuellos. Ellos no disponen de carros con aire acondicionado.
Uno de los oradores en turno fue Pedro Oxté Conrado, con más de 30 años de líder al frente de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos, ex diputado estatal en varias ocasiones y ex regidor de la comuna meridana.
Un tipo que, aparentemente no rompe un plato, pero tampoco cede el cargo. Ni de loco. Y se echó su “spich” con muchas cifras, propuestas y alabanzas al jefe máximo de Yucatán. Al final, no pasa nada.
Después de una hora, en el Monumento a la Patria –emblemático sitio del Paseo de Montejo-, todos lanzaron vivas, porras y aplausos, por supuesto, hacia las autoridades allí representadas y que, posiblemente algunas, en 2018, participen en el proceso electoral para ocupar cargos electivos, sean estatales o federales.
Al rato todo se disolvió y los 50 mil asistentes –según las cifras oficiales siempre alegres- retornaron rápidamente a cobijarse del sol y su cruel radiación de luz con más de 40 grados Celsius.
Y es que este lunes es el quinto día consecutivo de que los termómetros marcan arriba de 40 grados.
“Esto no es de Dios”, exclamó un sujeto, agremiado de equis sindicato, quien lucía recién bañado… pero del sudor.
En otro frente, el gremio del Sindicato de Telefonistas marchó al Centro Histórico de Mérida para demandar mejores condiciones laborales.
Ellos aseguran que son “independientes” y que por ello no se suman a los priístas. Es lo mismo: mucho bla bla poco glu glu.
Otro año en Yucatán por el Día Internacional del Trabajo, paradójicamente sin que los agremiados laboren, pero con un calorón al borde del suicidio (y de eso, la diosa maya Ixtab sabe mucho).
