Celia V. Franco C./De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- Han llegado las lluvias y con estas los recuerdos de aquellos años hermosos tiempos en los que cada tarde cruzábamos los dedos para que cayera el agua y pudiéramos salir a correr y resbalarnos ayudados con el pavimento mojado. Las niñas jurábamos que nuestro cabello quedaba más suave y brilloso.
Que nos iba a importar las raspadas en las rodillas, jamás nos enfermábamos, mucho menos pensábamos en los bichos y virus que pudiéramos cargar por las calles sucias, los perros eran nuestros mejores cuates, el tiempo no significaba nada ¡eso era libertad! ¡Felicidad en su máxima expresión!
Lástima que se ha perdido esa maravillosa experiencia, ahora los chamacos ya no saben lo que es eso, la gran mayoría juega con alguno de esos chunches o con su celular, sí, su celular porque ahora es muy común que tengan uno propio. Ni siquiera miran por la ventana para darse cuenta de lo bello que es la naturaleza.
La verdad es que no puedo decir con seguridad si esto es mejor o peor que aquella niñez despreocupada, en donde un buen baño con estropajo de zosquil y jabón era todo lo que se necesitaba para limpiar de nuevo el cuerpo y el alma, pues después de eso, un rico chocolate acompañado de pan con mantequilla ponían el broche de oro al día.
No digo que los niños de ahora no disfruten, porque son felices, solo que de diferente manera, ahora se hacen citas para jugar ¿qué es eso? Pues muy fácil, las mamás se ponen de acuerdo, checan sus agendas y se ponen de acuerdo para llevar a sus hijos, más o menos de las mismas edades, para que convivan y fomenten una amistad.
Y si hay lluvia es más que obvio que estas se cancelan porque los pequeños pueden enfermar. Cuando son un poco más grandes entonces las reuniones se mudan a restaurantes en donde mientras ellos juegan con maquinitas, las mamás se ponen al día con las últimas noticias.
¿Pan con mantequilla para cenar? Pero por supuesto que no, eso solo los engordaría y con eso del bullyng nadie quiere que sus retoños tengan unos kilos de más. Mejor lo cambiamos por un yogurth con algo de fruta o tal vez un poco de cereal, todo muy sano.
No digo que antes sea mejor que ahora, solo es muy diferente. En lo personal creo que tal vez a nuestros niños les falte algo de suciedad en sus días y más si son lluviosos.
