Redacción / De Peso
CHETUMAL, Q. Roo.- Una bodega llena de solventes y productos ‘flamables’ estalló y las llamaradas alcanzaron alrededor de 30 metros de altura. El fuego fue apagado justo a tiempo antes de que la lumbre alcanzara el corralón de vehículos y motocicletas que se encuentra a 100 metros de donde ocurrió la conflagración.
Don René Morales, de 70 años, quien lleva cinco años cuidando las bodegas de una empresa dedicada a la construcción de carreteras, ubicadas sobre la carretera 307, en el kilómetro 10 del tramo Chetumal-Bacalar, dijo que es la primera vez que ocurre un accidente de como este.
En las bodegas siniestradas se guardaban diferentes tipos de productos flamables, como bidones de diésel, gasolina, pinturas y varias herramientas.
El velador aseguró que tenía pocos minutos de haber llegado de comprar su pollo asado en la comunidad de Huay-Pix y cuando se disponía a comer escuchó una fuerte explosión.
Mencionó que el fuego cubrió la bodega de madera y láminas de zinc, consumiendo de ‘boletazo’ todo lo que había en su interior. “Salvé mi vida porque estaba afuera de la bodega que también me servía de dormitorio”, dijo René.
Los bomberos dijeron que cuando un producto flamable permanece mucho tiempo en un ambiente muy caliente tiende a iniciar una combustión y es lo que pudo haber pasado al calentar los rayos de sol las láminas de zinc.
Después de media hora de combatir las llamas, los ‘vulcanos’ enfriaron varios tanques de gas butano que estaban en la bodega de solventes, la cual acabó en cenizas.
