Redacción/ De Peso
CHETUMAL.- La mujer que presuntamente había sido privada de su libertad y abusada sexualmente en un motel, resultó ser casada, novia del taxista y de un tercero en discordia que le daba dinero; también se aclaró que no fue víctima de ningún delito.
Como oportunamente dimos a conocer, el pasado martes, el reporte de la privación ilegal de la libertad de una mujer en las afueras del motel Matahari, ubicado en la colonia Adolfo López Mateos, provocó la movilización de elementos de seguridad de todos los colores y sabores, pero al final todo resultó ser un enredo amoroso entre una mujer y dos de sus parejas sentimentales.
La mujer, quien en un inicio se pensó que era víctima de abuso sexual, declaró que llegó a Chetumal de un pueblo en la Ribera del Río Hondo, donde vive con su marido, y se dirigió a bordo del taxi de una de sus parejas al fraccionamiento Las Américas, donde contactó a su ‘tercer frente’, a quien le pidió dinero para supuestamente pagar el servicio de taxi.
Una vez que la mujer recibió el dinero, se retiró junto con el conductor de la unidad de pasaje, pero el novio que pagó no quedó conforme y comenzó a llamarle a su teléfono celular, y al ver que esta no contestaba, dio parte a la policía argumentando que el taxista la había secuestrado.
La mujer fue encontrada en las afueras del motel en compañía del taxista, donde se armó todo un show, pero una vez que rindieron su declaración, todo se aclaró y los mandaron a sus casas.
