Redacción/De Peso
CHETUMAL, Q. Roo.- Don Carlos Arturo Sierra Guevara, de 67años, quien padece de varias enfermedades, y está a punto de quedar ciego y sordo, todos los días pide limosna sobre avenida Insurgentes con Isaac Medina, por lo que busca ayuda para lograr que el Seguro Social lo pensione, luego de más de 40 años cotizando.
Muy temprano, don Carlos se levanta para instalarse en el camellón central de la Insurgentes con Isaac Medina, entre las colonias Lagunitas y Forjadores, a fin de pedir limosna para poder sobrevivir, ya que a su edad nadie le da trabajo y mucho menos porque tiene dañada la columna y padece artritis, hipertensión, es diabético, y casi está por quedar ciego y sordo.
El don comentó a Contacto De Peso-cial que busca apoyo jurídico para lograr que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) le otorgue una pensión por vejez, ya que cuenta con 67 años, y según sabe, de acuerdo con la Ley del IMSS del 73, por su edad alcanza un 100 % de su retribución.
Casi a punto del llanto, señaló que vive solo en Chetumal, ya que tiene un hijo que se fue a vivir a los Estados Unidos hace 15 años, tiempo que no sabe de él.
“Vivo de ‘arrimado’ en casa de unos conocidos que me dieron asilo, pero como no me dan empleo por mis enfermedades tengo que salir a pedir dinero para sobrevivir”, narró.
“Yo lo único que pido es apoyo jurídico para que pueda lograr que el Seguro Social me pensione; desde hace más de 40 años soy derechohabiente y creo que tengo derecho a una pensión por vejez, y por mi edad alcanzo el 100 por ciento del beneficio, pero por falta de dinero no he podido avanzar, y espero lograrlo”, agregó.
Don Carlos mencionó que hace un año dejó de laborar y comenzó su lucha por conseguir su pensión por vejez, tiempo en el que también comenzó a pedir dinero en ese sitio, donde personas de buen corazón le apoyan con algunas monedas, y consideró que, “creeme que quienes menos tienen son quienes más apoyan, quienes más tienen solo me voltean a ver, pero sin apoyarme”, dijo con tristeza.
Comentó que solo hace de tres a cuatro horas diarias en ese lugar.
