Pedro Hernández / De Peso
CHETUMAL, Q. Roo.- Fatal accidente carretero ocurrido la tarde de ayer en la carretera Morocoy-Cedral, donde perdieron la vida cuatro personas, y una más se debate entre la vida y la muerte en el Hospital General, ya que fueron aplastados por una pipa de más de 20 toneladas de peso, la cual los apachurró luego de que el ‘chofi’ perdiera el control de su ‘monstruo’.
El incidente ocurrió a las 2:30 de la tarde, cuando Raúl López Peña, de 44 años, regresaba al poblado de Nuevo Canaán, acompañado de su esposa Lorena López Domínguez, su hija de un año, y su concuño Alejandro Morales, de 28 años, luego de haber ido a la ‘capirucha’ para checar el embarazo de su cuñada de 17 años, Elia Edith López Domínguez, pues estaba a dos meses de dar a luz, cuando la muerte se hizo presente.
Pues, al entrar a una curva, una pipa de agua de la empresa Emulsiones Asfálticas de la Bahía S.A. de C.V., cargada con más de 15 mil litros de agua, salió de manera intempestiva y a toda velocidad.
En ese momento, el conductor pisó el freno como pudo, pero eso solo empeoró las cosas pues el peso del depósito le ganó y volcó sobre su costado izquierdo, aplastando a la Ford Ranger verde pistache, placas SZ-6631-D, en la que viajaba la familia.
La troca fue arrastrada más de 10 metros fuera de la cinta asfáltica, llevando consigo los cuerpos de quienes estaban en su interior, de los cuales sólo don Raúl López, el conductor, quedó vivo.
El reporte fue hecho al número de emergencias 911 por una pareja de motociclistas que pasó por la zona y vio lo ocurrido; siendo las 3:00 de la tarde cuando alertaron a las autoridades sobre lo ocurrido.
Los primeros en llegar fueron Los ‘azules’ de la Policía Rural Estatal, seguidos de una ‘chillona’ de la Cruz Roja, delegación El Ingenio, quienes auxiliaron a Raúl y lo llevaron al Hospital General, ya que presentó un golpe en la cabeza con abundante sangrado.
Personal del Servicio Médico Forense (Semefo) llegó rato después para hacer las pesquisas pertinentes y realizar el levantamiento de los cadáveres, dos dentro de la camioneta (un hombre y una mujer), la bebé en el monte y un masculino más aplastado entre los fierros de la pipa; hay que destacar que el conductor de la pesada unidad emprendió la huida tras el accidente.
