Los asesinos de los Hermanos González Moreno los confundieron por miembros de un grupo rival.
Agencias
Una confusión es una de las líneas de investigación de la FGE de Jalisco tras el asesinato de los tres hermanos González Moreno.
Los sicarios habrían confundido a sus víctimas como criminales de un grupo rival, primero las privaron de su libertad y luego de la vida.
El Fiscal General Gerardo Octavio Solís Gómez señaló que la triple ejecución podría haberse derivado tras el ataque que sufrieron agentes de la Fiscalía General de la República en Tlaquepaque.
Dichos elementos estaban asignados como escoltas de una persona.
El secuestro de los hermanos González Moreno se registró media hora después de la agresión armada contra de los agentes de la FGR.
Dichos acontecimientos tuvieron lugar muy cerca de dos fincas cuyo dueño sería la persona a la que custodiaban los elementos.
«Mencionarles que la persona a la que prestaban el servicio de custodia tiene domicilio a unos metros de manera muy cercana del domicilio de los jóvenes», dijo el Fiscal Solís Gómez.
Los sicarios confundieron a los hermanos González Moreno como rivales.
De acuerdo con primeras indagatorias de la Fiscalía General del Estado de Jalisco, los sicarios se habrían confundido de domicilios, en vez de ir al lugar del hombre custodiado, fueron a la de los hermanos González Moreno.
«Al parecer incluso los jóvenes llevaban una vida aparte, no sé si pudieran tener alguna relación vecinal, sin embargo sería materia de los registros en cuanto vaya avanzando la investigación.
«Siempre existe esa posibilidad (la confusión), nunca la dejamos de lado, sabemos que estos grupos de crimen organizado tienen que actuar de manera rápida y siempre existe la posibilidad de que hayan cometido algún error.
Desde luego esa hipótesis también se encuentra en investigación», señaló el Fiscal.
Las víctimas fueron identificadas: Ana Karen, de 24 años; José Alberto, de 29 y Luis Ángel González Moreno, de 32.
Estaban en su casa en la colonia San Andrés, en Guadalajara, cuando fueron secuestrados por ocho sicarios del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Pasaron dos días hasta que sus cuerpos fueron localizados en la carretera que va a San Cristóbal de la Barranca.