Agencias/De Peso
MÉXICO.- Cuando la policía lo encontró, Jesús, de 4 años, lloraba junto a un automóvil Topaz estacionado en calles de la colonia Roma.
Los uniformados enfocaron su atención en él y no se dieron cuenta que a bordo de ese vehículo blanco, detenido en la esquina de Chiapas y Medellín, estaba un hombre muerto.
Entre llanto, el menor les dijo que su papá le había disparado a su mamá y luego se dio un tiro en la cabeza. Recostado en el asiento del piloto estaba Roberto, de 35 años, quien sangraba de la cabeza, entre sus piernas estaba un arma de fuego con la que al parecer se disparó.
Más tarde se supo que el hombre, que en el 2014 estuvo cuatro meses en el Reclusorio Oriente por abuso sexual, trató de reconciliarse con su esposa, pero al no conseguirlo le disparó en el tórax. Ella pudo bajarse del auto y está en coma. Él está muerto.
