Agencia
Monterrey.- La pandemia ha aumentado en los niños y adolescentes una compulsión que ya se venía gestando hacia los streamings y los videos cortos, opinó Valeria Angulo, psiquiatra infantil en TecSalud.
Por mucho tiempo se les exigió limitar el uso de pantallas, y ahora toda su vida se ha volcado a ellas. Su socialización, educación y hasta relajación está en ellas a través de servicios de entretenimiento por internet, redes sociales y videojuegos.
«Es hora de hacer una limpia del exceso de pantallas», dijo.
«Hacer un balance entre el estar pegado a las redes, a los electrónicos todo el tiempo y hacer algunas actividades distintas. Es muy necesario para la salud cognitiva y la salud emocional«.
Y es que ya se observan pacientes con síntomas relacionados con adicción a internet.
«(Conductas) que generan una sensación de bienestar inmediato y que nos tienen ahí en el momento en que queremos dejar de ir un poco de estrés.
«Tanto padres como hijos decimos: ‘Son mis minutos de estar en Instagram, en YouTube’, y de pronto se puede volver en algo compulsivo, donde estamos viendo uno tras otro y tras otro».
Hay que poner un alto, indicó la especialista, profesora en TecSalud.
A medida de que la pandemia se extiende, aumentan los dilemas de qué hacer para procurar el bienestar emocional de niños y adolescentes en casa, y evitar el impacto de enfermedades mentales como depresión y ansiedad infantil.
¿Cuánto tiempo deben estar en pantallas? ¿Dejar salir o no a los más grandes que justo están en el momento de querer socializar con los chicos de su edad y llevan meses de encierro? ¿Qué otras actividades hacer?
«Hay (adolescentes) quienes han tomado la postura radical de no salir bajo ninguna circunstancia y hay otros que se sienten que por estar en esta etapa no les va a pasar nada (contagio)», señaló Alma Rosa Marroquín, directora médica y de institutos de TecSalud.
«Hay que escucharlos mucho para saber dónde están posicionados. Tratar de llevarlos a un punto central donde entiendan que es una enfermedad que sí puede afectarles, y ellos pueden ser el vehículo que transmita la enfermedad a otros miembros de la familia que no están tan saludables como ellos».