Redacción/De Peso
La niña Yaz, quien a su corta edad ya no quería vivir, perdió la vida ayer en la clínica La Margarita, en Puebla, luego de ser hospitalizada hace cuatro meses por las golpizas que le propinaron sus padres.
El caso de la pequeña causó indignación a nivel nacional luego de que su madrastra la abandonó en el nosocomio con una hemorragia interna y un pulmón colapsado, por lo que doctores decidieron intubarla para salvarle la vida.
En ese entonces, la activista Frida Guerrera señaló que esa no era la primera vez que la niña Yaz había sido ingresada a un hospital por lesiones de maltrato, ya que semanas atrás fue internada en otro nosocomio al presentar quemaduras en los glúteos e incluso tuvieron que realizarle un injerto, pues tenía destrozado parte del músculo.
En declaraciones recabadas por la misma periodista, la menor dijo al personal médico que “quería mejor morirse y que ya no la curaran”, pues además de ser víctima de violencia física, el expediente de Yaz señalaba haber sido víctima de abuso sexual de parte de su tío paterno.
Lamentablemente, su deseo se hizo realidad, ayer la pequeña falleció luego de luchar por su vida desde el 20 de agosto de 2020, en el área de Cuidados Intensivos en el Hospital General de Zona (HGZ) No. 20 “La Margarita”.
Lamentamos el sensible fallecimiento de la niña Yatziri, y refrendamos el compromiso de que los actos ocurridos con la menor no quedarán impunes. pic.twitter.com/jlKSbsRUoi
— Gobierno de Puebla (@Gob_Puebla) December 29, 2020
El pasado 3 de octubre Fiscalía General del Estado de Puebla informó la aprehensión Mónica Naxshely “N”, madrastra de Yaz, quien fue detenida por la Agencia Estatal de Investigación en la 4 poniente y 7 norte, en el Centro de la capital poblana.
En audiencia, la Fiscalía General del Estado de Puebla presentó pruebas en contra de Mónica Naxshely “N” y formuló imputación por los delitos de violencia familiar equiparada y lesiones dolosas.
Logrando obtener del Juez de Control la vinculación a proceso de la acusada, quien permanece en prisión al igual que los progenitores de la víctima.