Descalabran a AMLO de macanazo; pasó en su primera lucha

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Sabías que durante su combate contra la mafia del poder, el presidente de México resultó lesionado.

Agencia
TABASCO.- Dicen por ahí que la vida está llena de eventos curiosos e inexplicables, sucesos que parecieran desapercibidos pero que marcan la diferencia y hasta pueden cambiar la vida de una persona; incluso la de un país, ¿no lo crees?

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien ha experimentado diversas tretas del destino, es prueba de ello.

De acuerdo con Rodolfo Lara Lagunas, uno de los maestros de Andrés Manuel, AMLO era un adolescente de quince años de edad que cursaba tercero de secundaria en la escuela Jaime Torres Bidet, en su natal Tabasco.

Era un muchacho tranquilo: no se metía en problemas, cumplía con sus tareas. En pocas palabras, un simple joven que pasaba desapercibido.

Incluso, el profesor de AMLO confesó que él no tenía madera de dirigente:

«Nunca me imaginé que después sería un líder contestatario, rebelde, opositor, duro. En ese tiempo no lo veía así. En las clases ponía atención, pero eso era en términos generales”.

Sin embargo, hay un dicho que asegura que uno no puede esconder lo que corre por las venas, y tarde o temprano sale a flote el verdadero yo.

Luego de que Manuelita, su madre, viviera tres días de labor de parto, Andrés Manuel vio la luz por primera vez el 13 de noviembre de 1953 en Villa Tepetitán, municipio de Macuspana, Tabasco.

Lo anterior fue revelado por su padre, Andrés López Ramón, quien tras un suspiro y casi con la voz quebrada, recordó cuán difícil fue el nacimiento de su hijo.

«Voy a contar la historia de Andrés Manuel. Creo que por eso lo quiero mucho. Porque mi esposa, para tener el alumbramiento demoró tres días (…) Mi hijo no podía nacer”.

Quién diría que ese bebé, que tardó tres días en nacer, se convertiría en un luchador incansable por la democracia en México, un hombre dispuesto a combatir lo que él mismo bautizó como ‘La mafia del poder’.

Un ejemplo de lo anterior es lo sucedido el 7 de febrero de 1996; 22 años antes de que AMLO llegara a la Presencia de México.

En aquel entonces el macuspano era excandidato del Partido de la Revolución Democrática (PRD) al Gobierno de Tabasco, y encabezó bloqueos a instalaciones petroleras de su tierra natal para exigir indemnizaciones a más de 40 mil campesinos y pescadores afectados por las actividades de Petróleos Mexicanos (Pemex).

Lamentablemente, la violencia por parte de los uniformados que intentaban disuadir a los inconformes no se hizo esperar. Los manifestantes indígenas tabasqueños de Guatacalca, Nacajuca, armados solo con su valentía y coraje, fueron reprimidos por soldados y policías judiciales federales y antimotines, quienes  rompieron el bloqueo de la carretera a bola de macanazos y puñetazos. Más de 200 perredistas fueron encarcelados.

Los hechos

López Obrador y las personas estaban bloqueando la carretera que conducía al campo petrolero Zen, impidiendo que transitaran los vehículos de las compañías petroleras por los caminos de las comunidades.

La situación era tensa; sin embargo, nadie se imaginaba que los uniformados los atacarían.

El grupo encabezado por AMLO lanzaba consignas y con los dedos índice y medio de la mano formaban el símbolo de la victoria.

Posteriormente, comenzaron a cantar el himno nacional mexicano; al terminar, en cuestión de minutos, los policías armados con escudos y macanas se abalanzaron sobre los presentes, a quienes golpearon.

La represión durò unos minutos; sin embargo, fue suficiente para despejar el camino y dejar varios heridos, entre ellos el futuro presidente de México quien, visiblemente aturdido y manchado de sangre, producto de una herida en la cabeza, dijo a una periodista que le preguntó: ‘¿No hubo algún intento de diálogo con usted por parte de los encargados del operativo?’.

«Sí, pero no entendieron”.

Asimismo, indicó que la orden de atacar al pueblo fue dada por ‘los tres mandos: el Ejército, la Procuraduría y la Policía’.

La imagen de López Obrador ensangrentado quedó inmortalizada en la portada número 1006 de la revista Proceso: ‘Tabasco, un estado sin ley’, publicada el 12 de febrero de ese mismo año.

Contado en primera persona

En el documental autobiográfico de Andrés Manuel López Obrador Esto Soy, el político tabasqueño narró los hechos:

«De esa época también es el episodio en el que me abrieron la cabeza, con un macanazo, en una de las tantas acciones que hemos llevado a cabo en defensa del petróleo. Por los caminos de las comunidades pasaban las empresas contratistas de Pemex hacia los pozos petroleros, de donde se producen, desde hace años, miles de barriles diarios. En ese tiempo, como ahora, no dejaban ningún beneficio a las comunidades; por el contrario, contaminaban las tierras, el aire y el agua. Aquí se aplica aquello de que estado petrolero con pueblo sin dinero o estado rico con pueblo pobre”.

AMLO narró también cómo los helicópteros sobrevolaban la zona, y desde donde estaban los jefes del Centro de Investigacion y Seguridad Nacional (Cisen) se dio la orden de atacarlos:

Me tocó llegar a uno de esos caminos bloqueados, en el preciso momento en el que estaban frente a frente 500 militares y como mil chontales. Es un bordo o terraplén rodeado de pantano y tan angosto que literalmente no hay para dónde hacerse. Al verme la gente se alegró y me puse hasta adelante. Ingenuamente le pedí a quien comandaba el operativo que me presentara una orden judicial. Como no hubo respuesta nos pusimos a cantar el Himno Nacional y al terminar, desde los helicópteros -donde estaban los jefes del Cisen- se dio la orden de avanzar con escudos y macanas sobre nosotros”.

Orgulloso de haber combatido los atropellos gubernamentales de aquel entonces, Andrés Manuel asevera que, a pesar de haber recibido un macanazo, ese día salió con la cabeza sangrante, pero en alto:

«A mí me tocó un garrotazo, pero salí de la refriega con la dignidad en alto, y no fue en vano: algo se logró. Después de esto el Gobierno volteó a ver a las comunidades, desarrolló algunos programas de ayuda, y Zedillo no pudo modificar la Constitución para entregar la petroquímica”.

Es así como un 7 de febrero de 1996 un hombre, proveniente de una familia pobre e hijo de un trabajador petrolero, defendió a la gente que creía en él, librando la que muchos catalogan como su primera lucha contra el sistema político del país.

Con información de La Neta Noticias.

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