Aplastado en la chamba

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A ver si la negligencia de una empleada de seguridad no le cuesta la vida a Jorge Baeza.

Redacción/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- Un joven obrero se debate entre la vida y la muerte después de que cayó al interior de una máquina empacadora, que le aplastó el pecho, en accidente laboral ocurrido en una planta embotelladora ubicada en el kilómetro 20 del Anillo Periférico.

El lesionado, identificado como Jorge Baeza, de 35 años de edad, tuvo que ser rescatado del interior de la máquina, que le fracturó varias costillas y muy posiblemente le lesionó seriamente los pulmones.

No se pudo precisar qué fue con exactitud lo que le sucedió a Jorge, pero lo más terrible del caso es que después del accidente, una empleada de seguridad que fue identificada como Clara May, a sabiendas de la gravedad de lo sucedido a su compañero de trabajo, se negó rotundamente a dejar pasar a las unidades de rescate a las instalaciones de la planta embotelladora.

Únicamente permitió la entrada a una ambulancia con dos paramédicos y una camioneta de rescate.

A las afueras de la planta se encontraba dos ambulancias más y una unidad del cuerpo de bomberos con equipamiento para atender la emergencia.

Todos los rescatistas se mostraron impotentes ante la negligente manera de actuar de la encargada del acceso a la planta.

Como pudieron, los paramédicos a quienes sí se les dio acceso, lograron sacar del interior de la máquina al lesionado, quien prácticamente luchaba contra la Huesuda.

Una vez la unidad Y-15 afuera de la planta embotelladora, más de cinco paramédicos sumaron esfuerzos para estabilizar al lesionado y trasladarlo de inmediato al hospital para pronta atención.

Fue tanta la gravedad de lo sucedido a Jorge Baeza que las unidades de emergencia tuvieron que abrirle paso a la ambulancia en sentido contrario, para ahorrar tiempo y llegar de volada al hospital.

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