Ángeles rescatan a ruquito ‘casi muerto’

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Paramédicos de la SSP además de atender la emergencia, se pusieron las pilas y bañaron al viejito, además de asear el sitio donde vive el señor.

Redacción/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- Dos aplausos van en esta nota. Uno para los vecinos que alertaron a las autoridades sobre el abandono que sufría un viejito, y el otro para los paramédicos de la SSP que llegaron a rescatarlo y atenderlo en su cantona, ubicada en la colonia Petcanché, ¡Bien por todos ellos!

La historia de este dramático caso es el siguiente: don José Manuel, de 68 abandonados años, es un anciano que vive solo en su casita, ubicada en la calle 37 entre 24 y 26 de ese rumbo, como vecinos del rumbo conocen la situación del señor y lo atienden de vez en cuando.

Hasta ayer, un vecino se preocupó de no ver salir a don José de su casa y mejor llamó al 911 para reportar el caso.

Una patrulla de la Policía Estatal y una ambulancia llegaron al sitio, y con apoyo de la banda del rumbo, los polis rompieron un cristal de la ventana y abrieron la puerta.

Al entrar al lugar se llevaron tremenda sorpresa ya que encontraron al ruquis tirado en el piso y sin sentido, además se dieron cuenta de que estaba en pésimas condiciones de higiene y de salud, así que los socorristas lo atendieron de volada para estabilizarlo.

Los «ponecuritas» que se pusieron la camiseta fueron Jaziel Zapata Jiménez, Rey Avila Sánchez y Juan Manuel Ricalde, que luego de atender la emergencia limpiaron al ruquito, lo bañaron y hasta asearon el lugar donde vive.

Una vez repuesto, Don José platicó que llevaba más de 24 horas sin alimento, por lo que no tuvo fuerzas para levantarse del piso cuando cayó.

Al parecer, el don presentaba hipoglucemia y luego de ser atendido por los chavos agarró color de nuevo y se recuperó.

Vecinos del lugar llegaron y proporcionaron ropa a don José. que se puso, luego de recibir su buen baño ruso.

El viejito fue traslado al hospital de la T-1 del IMSS para una checada más minuciosa, luego de encontrarlo en malas condiciones.

Aplausos para los vecinos del rumbo y para los socorristas que atendieron y salvaron del abandono a este señor.

Ahora toca a la banda para que se moche y evitar que no le pase lo mismo otra vez.

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