Ángel Euán / De Peso
PLAYA DEL CARMEN, Q. Roo.- Gravemente lesionado terminó un chavo, luego de que un sujeto, completamente remojado en alcohol creyó que las calles de la colonia Colosio llevaban su nombre y al volarse un alto ocasionó que el motociclista se estrellara en un costado; el infeliz automovilista al ver la magnitud de su ‘cajeteada’ intentó pelar gallo, pero metros más adelante fue apañado por vecinos que presenciaron el hecho y previo a una buena ‘calentadita’, lo entregaron a las autoridades.
El concierto de latas y ‘ayes’ de dolor se escuchó alrededor de las 2:14 de la tarde de ayer, cuando testigos presenciaron en vivo y a todo color el santo ‘motoporrazo’ y de volada llamaron al número de emergencias 911 para solicitar que les enviaran en clave ‘ya llegaste’ a una ‘chillona’, debido a que el lesionado presentaba abundante sangrado.
Casi a la velocidad de la luz hicieron acto de presencia los ‘perritos tranchos’ y los angelitos de la Cruz Roja, quienes de inmediato le aplicaron la ‘sobadora’ al motociclista, lo encamillaron y enviaron de balazo al IMSS número 18 de Villamar I, donde tras los primeros diagnósticos el jinete presentó traumatismo craneoencefálico grado dos, posible fractura del maxilar inferior y golpes contusos en el ojo izquierdo.
De acuerdo con el peritaje de los ‘tranchos’ el responsable fue el chiapaneco Jorge Vázquez Hernández, de 40 caguamas de edad, quien circulaba a bordo de la Ford Lobo blanca, láminas TA-7111-G, sobre la calle 92, pero como sus neuronas se encontraban anestesiadas por el ‘guaro’ al arribar a la avenida 25 le valió tres hectáreas de pepino la señal de alto y al pasar provocó que la motocicleta Honda Cargo blanca, placa RJU7R, guiada de norte a sur con preferencia se impactara violentamente en la portezuela derecha.
El chófer de la troca lejos de hacerse cargo de la situación emprendió la veloz huida del lugar de los hechos; sin embargo, vecinos del rumbo que se percataron de la situación lo siguieron hasta que finalmente lo alcanzaron unas cuadras más adelante y le pusieron su merecida paliza antes de entregarlo en bandeja de plata a las autoridades.
Como la camioneta no contaba con seguro, así como el elevado contenido alcohólico en la sangre del conductor las unidades involucradas fueron enviadas al corralón en espera del deslinde de responsabilidades.
