Irelis Leal / De Peso
PLAYA DEL CARMEN, Q. Roo.- De una altura aproximada de tres metros se desplomó ayer a las 5:00 de la madrugada un fulano que rajaba trago en el techo de su jacal, en la calle Guayana Francesa con Cancún, en Villas Riviera; por fortuna cayó de pie como los gatos y vivirá para chismearlo.
Por andar empinando el codo desde la noche anterior, un sujeto en avanzado estado de ebriedad se dio tremendo porrazo cuando caminaba en el balcón de su chante y perdió el equilibrio para caer hacia la calle, donde según vecinos, afortunadamente su sentido de supervivencia lo hizo caer parado.
Al ver que era el mismo ‘chupirul’ que no los dejó dormir y que andaba de un lado para otro como león enjaulado en el primer piso de su choza, dieron aviso al 911 para que lo auxiliaran los paramédicos, quienes le dieron su buena sobada con alcohol del 96 que lo retachó a esta dimensión.
Como el borrachito pudo mover sin problema cada parte de su ‘cuerpawer’ no fue necesario trasladarlo a un nosocomio, solo le recomendaron que tuviera más cuidado cuando brindara en las alturas, ya que los humanos no pueden volar.
