Redacción / De Peso
CANCÚN, Q. Roo.- Terror, plomo y sangre dejó ayer un enfrentamiento a balazos entre policías ministeriales y miembro de la delincuencia organizada en el primer cuadro de la ciudad, cuando los maloras se dieron cuenta que los tenían muy de cerquita ‘polis’ encubiertos.
La balacera inició a 8:10 de la noche, cuando elementos de la Policía Ministerial realizaban trabajos de inteligencia, aunque no se vieron tan inteligentes, pues quedaron al descubierto por los sicarios; dicen las malas lenguas que desde la delegación Alfredo V. Bonfil, iniciaron un jueguito del gato y el ratón.
Sin embargo, los malotes confirmaron que los venían torciendo ya en el cruce de la avenida Tulum con Cobá, y valiéndoles ‘malle’ no duraron ni un segundo en hacer rugir sus ‘fierros’, hecho que desató el nutrido enfrentamiento armado entre ‘tiras’ y presuntos delincuentes en pleno centro de la ciudad, digna escena de una película de acción.
Durante minutos, la Tulum y avenidas aledañas se inundaron de zozobra, miedo, pánico, terror y pólvora, que se percibieron tras la avalancha de las potentes ráfagas que las poderosas armas dispararon a diestra y siniestra, repeliendo el ataque elementos de la ministeriales y marineritos de la (Semar), quienes andaban por la ruta.
Acorralado terminó el grupo de pistoleros sobre la Tulum, justo entre conocido supermercado y el Palacio Municipal, frente al centro de artesanías conocido como ‘Kihuic’.
La lluvia de plomo y pólvora dejó gravemente herido al conductor de la poderosa Jeep Patriot gris, nada más y nada menos que con blindaje nivel siete, y a otros sujetos que estaban a bordo.
En el refuego y carrera por la zona de guerra dos sujetos fueron detenidos, entre ellos una mujer que también resultó herida en el tiroteo, y que según las lenguas viperinas, iba a bordo de la troca ‘picuda’.
Uno de los delincuentes fue apañado en un centro comercial ubicado frente a la central de autobuses de la avenida Tulum con Uxmal, quien también tenía varios plomazos y por las lesiones no pudo seguir corriendo, motivo que lo llevó a su detención.
