Orville Peralta / De Peso
CANCÚN, Q. Roo.- Par de paisanos no sabían si reír o llorar después de ver cómo sus naves acabaron con las láminas dadas en su ‘malle’, todo por impactarse en una de las cuadras de la supermanzana 231.
El conductor de un Chevrolet Corsa azul, engomado USU-733-C, impactó el cofre de su bebito de cuatro ruedas el cual valió quesadilla, porque se dio con ‘tocho morocho’ contra la Urvan blanca, placas UVL-131-C, de otro vato.
Al lugar llegaron los angelitos verdes para auxiliar a los conductores, pero estos no querían ni que el sol les diera tantito, pues con el accidente ya tenían suficiente.
Vecinos señalaron que los dos tenían la culpa, pues corrían como si fueran a cobrar herencia y en ese cruce donde no hay señalamiento de alto, ambos debieron hacer su alto preventivo, pero les valió y ¡mocos!, chocaron.
Como los agentes de ‘tamarindolandia’ brillaron por su ausencia, las partes decidieron mandar mensajes de humo a sus seguros, pa’ ver si por las moscas llegaban a un acuerdo por el guamazo.
