Orville Peralta / De Peso
CANCÚN, Q. Roo.- En la soledad de su cantón se acabó la vida de un ‘ñor’ en la supermanzana 251; su cuerpo no fue descubierto a la vista, sino al olfato, pues el olor a muerte que despedía movilizó a los cuerpos policíacos.
Ayer a las 12:30 de la tarde, el reporte de olores fétidos en un jacal entre las calles Isla Guadalupe y Sky llegó a la central de emergencias 911, por lo que una ‘julia’ de gendarmes corrió a verificar el suceso.
El sentido del olfato fue el que usaron los agentes para llegar hasta dicho domicilio, donde confirmaron que en efecto, en el interior de uno de los ‘depas’ había algo que olía muy, pero muy mal, pues el cuerpo de una persona estaba en avanzado estado de putrefacción.
Cuando aparecieron los agentes de la Ministerial se toparon con los familiares del ahora occiso, quienes dijeron que el finadito respondía al nombre de Juan José Villela y tenía 55 años, y que al parecer estaba muy enfermito.
Elementos criminalistas se encargaron de tomar conocimiento, pero al indagar sobre la causa de muerte resultó que tocó las puertas de San Pedro de manera natural, por lo que decidieron certificarlo con la finalidad de que su parentela se hiciera cargo de darle sepultura.
