Enrique Castro/De Peso
CANCÚN, Q. Roo.- Con una deuda marca llorarás quedó un paisano que conducía en completo estado de putrefacción etílica, sobre la avenida Gastón Alegre, por destrozar el trasero de otra nave y al tratar de escapar se ensartó en una barda de madera y láminas de un predio de la supermanzana 234, ayer a la 1:20 de la madrugada.
Wilberth Gonzalo Contreras Dzul, de 33 años, conducía hasta las chanclas de ‘chupirul’ su Chevrolet Malibú blanco, láminas UVE-888-B, sobre dicha avenida detrás de un Nissan Tsuru blanco, engomado URD-664-E, al mando de Carlos Humberto Domínguez Rabanales, de 25, quien viajaba acompañado de dos menores y su media naranja.
Pero cuando ‘Calín’ bajó la velocidad de su auto para cruzar un paso peatonal ¡mocos!, el Malibú se le embarró en la ‘coliflor’ y lo proyectó hacia el interior de una casa, donde por fortuna no había nadie, pero los dos menores y la mujer a bordo terminaron lesionados.
La cosa no paró ahí, pues cuando el borrachales vio su ‘cajeteada’ intentó darse a la fuga, pero 300 metros adelante chocó con el camellón central, perdió el control, dio un giro y terminó ensartado en la barda de madera y láminas de una casa de la supermanzana 234, manzana 2, donde fue apañado por los ‘matutes’ y remitido a ‘trancholandia’ para el deslinde de responsabilidades.
Los ‘curitos’ trasladaron a los lesionados al Hospital General para su atención médica.
