La Chiquis/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- DICEN que Carlos Sobrino Argáez, presidente estatal del PRI, no ha tenido la humildad de presentarse ante los trabajadores de la Casa del Pueblo y que ni siquiera da los buenos días, eso cuando llega temprano porque la mayoría de las veces se le ve después de las 11 de la mañana o de plano ni aparece Pero eso no es todo, pues comentan los chismosos que cuando sale de gira a lugares bastante alejados anda haciendo pucheros porque, según él, se cansa mucho y por eso quiere terminar rápido para regresar a Mérida.
DICEN que eso de poner retenes en varias entradas de la ciudad de Mérida es una muy buena onda, sobre todo porque ayuda mucho a los vecinos de las zonas, aunque éstos lamentan que solo estén unos 30 minutos, ya que los instalan a eso de las 6:30 de la mañana y a las 7 los están levantando, justo cuando se pone peor el tráfico. Ejemplo de esto se da en la entrada de la carretera de Tizimín en donde, además, se realizan trabajos que crean un cuello de botella.
DICEN que quien está como Julio César Chávez Jr. en el último round de una pelea contra el «Canelo» es el presidente del Comité Municipal del PAN, Jesús «Chucho» Pérez Ballote, pues no solo no ha podido defenderse de las acusaciones que Roger Moo ha hecho en su contra sino que ahora su ex chofer (uno de los otrora más cercanos a él) lo acusa de ser el orquestar de echar ácido a las calles recién pavimentadas. Pero lo peor del asunto es que «Chucho» en lugar de defenderse da pruebas «patito» de una supuesta red de corrupción orquestada, según él, por funcionarios estatales. Lo malo es que no presenta ni un solo documento con valor legal, todo lo que muestra son fotos tomadas del facebook y un número de celular de una agencia de bienes raíces, ¡ah! y nombres de amigos de los funcionarios. ¿Qué pasó, Chuchito? Hay que hacer las cosas bien y para eso hay que dejarse ayudar.
DICEN que donde se puso buena la cosa fue en la subasta de plazas en la Secretaría de Educación, pues en la reunión en donde se elegirían los cambios de zonas para que los maestros puedan moverse a donde mejor les acomode, luego de años de chambear donde les tocó, se armó la rebambaramba porque los más antiguos no tuvieron chance de escoger primero ya que, según dijeron, otros docentes con menos años de servicio tuvieron el privilegio de hacerlo pero nadie supo decirles porque la dinámica cambió.
